En México, las presas hidroeléctricas son ejemplos de la imposición de una estrategia energética del Estado y sus socios, y se han convertido en símbolos de un modelo de “desarrollo” agresivo que viola los derechos fundamentales de las comunidades
México. La construcción de presas para el abasto de agua y el desarrollo de la industria hidroeléctrica en México genera millonarias ganancias para unos cuantos y deja en la miseria, sin tierras de cultivo ni vivienda digna a los habitantes originarios de las tierras donde se construyen este tipo de desarrollos.
A continuación se presentan los casos de las presas El Cajón, La Yesca, Tres Cruces y Aguamilpa, en los estados de Nayarit, Jalisco y Durango, donde la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y empresas privadas prometieron un “cambio de vida” a los pobladores, los despojaron de sus tierras, construyeron presas y luego faltaron impunemente a su palabra, violando toda clase de leyes nacionales e internacionales.
Morir esperando
Cuando a la muerte física le sigue el olvido, entonces si se aniquila al otro, se borra toda huella que pueda aparecer como reclamo de justicia […] el olvido borra también la continuidad del tiempo, la conciencia de que sobre las ruinas de la injusticia del pasado siguen estando fundamentadas las injusticias del presente. Mondragón A. (mais…)