Los Mashcopiro… no nos quieren

Indígenas Mashcopiros. Foto: Diego Cortijo: www.indigenasaislados.org
Indígenas Mashcopiros. Foto: Diego Cortijo: www.indigenasaislados.org

Por Néder Hidalgo Sánchez* – Servindi

15, 18, 19 y 20 de setiembre de 2013. Directores, especialistas, docentes, estudiantes de los IESPP de la región amazónica, nos reunimos en un tercer encuentro para, entre otras cosas, conocer, estudiar y procurar un adecuado manejo de las Rutas de Aprendizaje en las prácticas profesionales de los alumnos. Similar trabajo desarrollaban en Cusco y Huaraz otros equipos.

En el primer día, gracias a Pepe Sotomayor, a la sazón, docente del IESPP “Nuestra Sra. del Rosario”, único en Madre de Dios, nos acercamos a los Mashcopiro,  indígenas en aislamiento voluntario en esa zona. Digo nos acercamos porque aun cuando fuere a través de un vídeo, avistarlos causa una serie de sensaciones. Allí estaban tapadas, apenas con unas hojas en el bajo vientre, las mujeres, niños y niñas completamente desnudos, hombres que usan una faja de alguna corteza de un árbol de su bosque en la cintura pero sin cubrirse los genitales, allí estaban pidiendo que no se les acercaran, diciéndonos a través de los que les avistaron presencialmente que “no queremos vivir con ustedes, porque ustedes viven mal”.

Los que estamos en la biblioteca del pedagógico, como que nos remecemos ante este trastazo en la cara: “ustedes viven mal, por eso no queremos vivir con ustedes”, y la pregunta que me hago es, ¿cuánta razón tienen?, ¿cuánta verdad hay en sus palabras?; y claro, ello no es producto del azar, porque cuando le corresponde el turno para intervenir a Klaus Quique Bolívar, indígena Harambukt, presidente de la Federación de Comunidades Nativas de Madre de Dios (Fenamad), plantea que si están en aislamiento voluntario es porque hay razones de peso, y por supuesto eso es harto conocido, sólo lean el “Sueño del Celta” de Mario Vargas Llosa que, como describo en anterior artículo, retrata la vida de Sir Roger Casement, cónsul británico nacido en Dublín, Irlanda que se hizo famoso por sus denuncias contra las atrocidades y abusos del sistema colonial existente en el Congo Belga y en la Selva Peruana, donde las autoridades practicaban la tortura, mutilaciones, castigos corporales y asesinatos, con el desmedido propósito de enriquecerse con el caucho en el Perú, y el marfil en el Congo.

En la novela histórica que parte de crónicas periodísticas, se retrata quizá, la explotación más terrible y brutal, si cabe, de los indígenas de la selva amazónica por la compañía británica Peruvian Rubber Company dirigida por Julio César Arana del Águila. Huitotos, Ocainas, Casinahuas, Resígaro, Muinani y otros padecen, la esclavización, la tortura, la explotación inmisericorde y la muerte, es decir, el genocidio de miles de indígenas de la selva peruana, todo esto motivado por la feroz codicia de compañías mercantiles que habían sobornado y corrompido a las estructuras sociales, políticas y administrativas de nuestro país.

Y ahora la cosa, no resulta extraña, siguen siendo desplazados, siguen siendo arrinconados por la codicia del oro, el petróleo, la madera, los espacios amazónicos como los del grupo Romero en San Martín a los que se les ha ¿vendido? millares de hectáreas, poniendo en riesgo no sólo las últimas reservas de bosques en el Perú, sino además esos espacios naturales de los pueblos indígenas.

Por eso Quique, el Harambukt, sostiene que una forma de evitar desapariciones forzadas de reservas ecológicas, sociedades originarias, recursos, combustibles naturales que van como por un tubo es remirando la educación… debemos –dice- partir de su educación propia… expresada en forma oral, en su idioma… hay quienes lo mantienen totalmente, otros al 50 por ciento y otros que están desapareciendo. La pervivencia de estos pueblos con el entorno, tanto en lo físico como en lo espiritual, idioma transmitido de generación en generación es lo que se debe tener en cuenta en la educación, aun cuando resulte complicado.

Debemos  tener en cuenta que en las comunidades, la madre es la principal educadora, el tema de la agricultura y la pesca son complementarios, la presencia de la madre y el padre es importante, en muchas de ellas se conserva esta práctica, aun cuando hoy por la coyuntura hay elevación exponencial de lo económico, 80 por ciento ya se ha insertado en la economía por lo que ha hecho la escuela, remirar esta escuela es crucial.

Klaus, reafirma el hecho de que la escuela primaria le cambió completamente, es decir le llevó a ir perdiendo su identidad, pues tenía maestros monolingües que le enseñaban sólo en castellano; en secundaria fue peor, tenía temor de decir que es indígena, de hablar su idioma… él también se perforó la oreja como los otros,  se compró arete… se tatuó… y finalmente tuvo que hacer todo lo que ellos hacen…. temor de decir que son de una sociedad distinta… pensé que el término nativo era un insulto… me decían…. nativo… nativo… come plátano… me sacaron el alma –dice- y le creo.

Nos cuenta que en la universidad la cosa cambió algo… algunos le decían chuncho, tarzán… y cuando terminó la carrera y cuando entróa FENAMAD por fin se le quitó la capa…la vergüenza, y se sintió más indígena que antes.

Entonces, deduzco, éste es el producto de la escuela, cuando no hay la voluntad de cambiar las formas de enseñanza, el sistema, sin embargo no morimos, existen muchos de ellos, como los Mashcopiros que se encuentra con sus antepasados, siguen viviendo como siempre quisieron, y no se quieren juntar con nosotros “porque vivimos mal”.

Lo valioso es que conservan su  idioma, sus danzas sagradas, ceremoniales, espirituales, ¿debemos sacarlos de ahí? Hablando de insertarlos a la sociedad, estas son las preguntas del Harambukt Klaus, ¿estarías dispuesto a pagar su salud, su educación, llevarles a tu casa?… Estos pueblos hoy se sienten acosados por la minería ilegal, la extracción de madera… en épocas de lluvia  suben a las cabeceras, en verano bajan a la playa… hace 20 años los Nahua… llegaron a Sintuya… flecheaban todo, perro, gato, gallina, ropa, de quienes se metían en sus espacios, llevaban todo al interior de la selva, su selva, su casa, su tierra… no es película… no es ficción… ESTAN EN EJERCICIO PLENO DE SUS DERECHOS, EN RECIPROCIDAD CON LA NATURALEZA… para vivir allí, en contacto con el bosque, para ellos BASTA LA INTELIGENCIA, PARA NOSOTROS EN LA “CIVILIZACIÓN” LA PLATA, nos vuelve a dar un trastazo.

Con todo eso, creo que todo esfuerzo por una educación más intercultural, inclusiva y de calidad será poco, a ver si los Mashcopiros empiezan a querernos.


*Néder Hidalgo Sánchez es profesor, abogado y especialista de la DIGEIBIR.

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