La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) a tiempo de convocar a una movilización mundial en defensa del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), marcó seis acciones urgentes en defensa de esta reserva:
- en un pronunciamiento público llaman a las organizaciones indígenas del mundo a enviar “Cartas al gobierno boliviano, de respaldo a la plataforma de CIDOB y que se desvíe esa carretera”;
- enviar “Cartas al gobierno brasileño, para que deje de ser cómplice con este etnocidio, y que el banco (BNDES) y constructora (OAS) acepten desviar la carretera”;
- sugiere “Plantones ante las embajadas de Bolivia en sus países, con las mismas demandas”;
- también pide “hacer llegar a CIDOB la ayuda material necesaria para detener los abusos del poder estatal”.
- también sugieren a sus entidades afiliadas, “organizar una Misión Indígena internacional hacia Bolivia, liderado por el Foro Permanente de la ONU, el Relator Especial para Minorías Étnicas de las Naciones Unidas de manera de apoyar en el terreno a que se atiendan las justas demandas de los pueblos indígenas movilizados”;
- finalmente, convoca a establecer “demandas internacionales (CERD, CIIDH, OIT, ONU) por los derechos colectivos de los pueblos indígenas en Bolivia”.
En el comunicado de la organización, que agrupa a indígenas de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Bolivia, observan que “en estos días se han vivido momentos de tragedia para los pueblos indígenas del mundo”.
“Un presidente indígena ordena la masacre de otros indígenas, de las tierras bajas y organizadas en CIDOB. Niños y mujeres golpeados, cientos de dirigentes perseguidos y encarcelados. ¿Hay algo tan importante en juego como para llegar a este extremo absurdo? ¿Vale tanto una carretera como para herir de muerte la esperanza de nuestros pueblos y destruir en un día la construcción de un estado verdaderamente plurinacional?”, se pregunta la COICA.
En ese sentido, afirman que rechazan “profundamente, esta represión, la obsesión por imponer una carretera, los intereses mezquinos de empresarios brasileños dispuestos atropellar todo por simples negocios, la ceguera de dirigentes que se comportan como ‘colonizadores’ irónicamente a nombre de una ‘descolonización’”.
Enviada por Álvaro De Angelis.