Via Campesina – La concentración y el acaparamiento de tierras no son fenómenos que se den solo en países en desarrollo del Sur; en realidad, ambos se están produciendo en Europa hoy en día. Un nuevo informe de la Coordinadora Europea Vía Campesina (ECVC) y la alianza Hands Off the Land (HOTL) revela que el acaparamiento de tierras y el acceso a ellas son temas de una importancia crítica actualmente en Europa y que el sistema de subsidios de la Política Agrícola Común (PAC) está implicado en varias formas.
El informe, en el que han participado 25 autores y autoras de 11 países y titulado ‘Concentración y acaparamiento de tierras, y luchas populares en Europa’, destapa un escándalo oculto: solo el tres por ciento de los terratenientes controla la mitad de todas las tierras agrarias. Esta enorme concentración en la propiedad de la tierra es comparable a la registrada en Brasil, Colombia y las Filipinas.
Algunos de estos procesos de creciente concentración de la tierra no son nuevos, pero se han acelerado en las últimas décadas, sobre todo en Europa oriental. En muchos de ellos figuran empresas europeas, pero también nuevos actores, como empresas chinas y fondos de alto riesgo de Oriente Medio, vinculados con las cadenas de productos alimentarios básicos cada vez más globales y que buscan beneficiarse con la tierra como mercancía cada vez más sometida a la especulación.
El informe presenta varios estudios exhaustivos de casos sobre las acusadas tendencias de concentración de la tierra en el Estado español, Alemania, Italia, Francia y Austria. También expone varias formas de acaparamiento de tierras en Hungría, Rumanía, Bulgaria, Serbia y Ucrania. Muchos de estos acuerdos de tierras a gran escala, al igual que sus equivalentes en Etiopía, Camboya o Paraguay, se están llevando a cabo con secretismo y de forma poco transparente.
El informe desvela que uno de los factores que impulsa este acaparamiento y concentración de tierras en Europa son los subsidios pagados en el marco de la Política Agrícola Común (PAC), que favorece explícitamente a las grandes fincas agrarias, margina a las fincas pequeñas y bloquea la entrada de posibles nuevos agricultores. Por ejemplo, el 75 por ciento de los subsidios repartidos en 2009 en el Estado español fueron acaparados por apenas el 16 por ciento de los principales productores.
Otros factores que impulsan los acaparamientos de tierras deben buscarse en las industrias extractivas, la expansión urbana, intereses inmobiliarios, enclaves turísticos y otras empresas comerciales.
En palabras del Dr. Jan Douwe van der Ploeg, profesor de la Universidad de Wageningen e integrante del equipo de investigación :
“Se trata de una dinámica sin precedentes de concentración de la tierra y de progresivo acaparamiento de tierras. Ha exacerbado la situación actual, en que muchos y muchas jóvenes desean seguir dedicándose o empezar a dedicarse a la agricultura, pero no pueden mantener o conseguir acceso a la tierra. Este ya era un problema grave antes, pero ahora ha empeorado. El sistema de subsidios de la PAC, tanto el vigente como el previsto, tiende a solidificar la barrera a un acceso más democrático a la tierra y la entrada a la agricultura por parte de los y las jóvenes. El acceso a la tierra es una condición básica para alcanzar la soberanía alimentaria en Europa. De hecho, los tres problemas relacionados con la tierra más apremiantes en Europa hoy en día son la concentración de tierras, el acaparamiento de tierras y la incapacidad de los y las jóvenes para mantener u obtener acceso a la tierra para dedicarse a la agricultura sostenible. Son problemas interrelacionados, bastante parecidos a los que vemos en África, América Latina y Asia hoy en día.”
El informe, sin embargo, también pone de manifiesto que la concentración y el acaparamiento de tierras no están avanzando sin oposición, sino que están generando una gran marea de resistencias. El acaparamiento de tierras y el acceso a ellas es un tema central de la conmemoración del día internacional de las luchas campesinas de este año. Entre otros, el informe recoge el caso de la comunidad de Narbolia, en Cerdeña, que se está movilizando contra el uso de tierras de alto valor agrícola para albergar grandes proyectos de invernaderos solares, y el caso de la lucha contra el proyecto de aeropuerto de Notre Dames des Landes, en la ciudad francesa de Nantes.
También se dan cada vez más casos de comunidades que ocupan tierras, emulando otras acciones de muchos movimientos sociales en el Sur Global. El informe destaca el caso del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) en Andalucía, a través del que agricultores sin tierra están ocupando colectivamente tierras y cultivándolas usando técnicas agroecológicas, y de SoLiLA en Viena, donde los y las jóvenes se están movilizando y ‘okupando’ tierras urbanas fértiles para desarrollar una agricultura sostenida por la comunidad y huertos urbanos, evitando así que su uso se convierta a proyectos comerciales urbanos.
Jeanne Verlinden, de la ECVC, señala que el informe demuestra claramente que :
“La tierra debe volver a verse como un bien público. Debemos reducir la mercantilización de la tierra y, en su lugar, promover una gestión pública de este recurso común del que todas y todas dependemos. Se debería dar prioridad al uso de la tierra para la agricultura campesina, en lugar de entregar la tierra a aquellos intereses comerciales de propiedad privada que buscan tierras para especular con ellas e incrementar aún más la concentración de la riqueza. El acceso a la tierra se debería otorgar a las personas que la trabajan.”