La nueva escalada de violencia contra campesinos y líderes rurales en Mato Grosso reaviva el debate sobre las fuerzas paralelas que gobiernan el Brasil rural.
Amalia Antúnez, Rel-UITA
La Rel dialogó con Dor enice da Cruz, secretaria general de CONTAG, para conocer las medidas que viene tomando la Confederación ante este nuevo brote de asesinatos, atentados y amenazas contra trabajadores rurales, sindicalistas y activistas en el estado de donde ella es oriunda.
“Esta es una situación bastante complicada. En Mato Grosso desde hace mucho tiempo se está produciendo una escalada de violencia contra campesinos, activistas y sindicalistas que luchan por su derecho a la tierra”, comienza diciendo Dorenice.
“Los recientes casos de asesinatos que se registraron, como los de la ex presidenta del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras Rurales de la Unión del Sur Maria Lúcia do Nascimento y del matrimonio de campesinos Josias Paulino de Castro e Ireni da Silva Castro, son la prueba concreta de ese nuevo brote de violencia contra líderes rurales que luchaban por la tierra y denunciaban acciones ilegales, todas vinculadas con el agronegocio en la región”, analizó la dirigente.
Si bien los conflictos agrarios no son una novedad, tanto en este estado como en otros en Brasil, llama la atención la proximidad entre las denuncias realizadas por las víctimas y sus posteriores asesinatos.
Hago lo que quiero porque nadie me castiga – La impunidad como combustible de la violencia
¿Cuál es el mensaje entonces? Queda claro que no es sólo intimidar a todo aquel que ose denunciar los crímenes cometidos por los que detentan el poder político y financiero en la región sino transmitir el mensaje de “hago lo que quiero porque nadie me castiga”.
Lo que inspira a esta suerte de Estado paralelo en el que los que mandan son los poderosos y donde se hace lo que ellos dicen y quieren es precisamente la impunidad de la que gozan.
“Los compañeros asesinados denunciaban constantemente las acciones irregulares llevadas a cabo por los terratenientes de la región y por los empresarios madereros que realizaban extracciones ilegales”, dice Dorenice.
“Josias, por ejemplo, venía denunciando las emisiones irregulares de títulos definitivos de propiedad en esa área a nombre de terratenientes y empresarios de la región y luchaba por la legalización de las tierras del Proyecto de Asentamiento Müller”.
Ni siquiera habían pasado 15 días de su última denuncia, en la que además había solicitado protección debido a las constantes amenazas que sufría, cuando Josias y su esposa Ireni fueron emboscados y acribillados a balazos de 9mm, un calibre de uso exclusivo de los militares.
Otra característica de estos crímenes es el descaro con el que actúan quienes los ordenan: ante la pasividad de las autoridades, o incluso su complicidad, siguen amenazando a los habitantes de los asentamientos legales de la región.
Dar más visibilidad a esta violencia – Reactivar la campaña de la UITA y la CONTAG
“Es imperioso hacer un llamado a la comunidad internacional vinculada a los derechos humanos y reactivar la campaña de la UITA y de nuestra Confederación para frenar este flagelo de la violencia en el campo brasileño”, enfatiza Dorenice.
La CONTAG solicitó la realización de una reunión urgente entre los organismos involucrados en la cuestión agraria en Mato Grosso, como la Secretaría de Derechos Humanos, la Secretaría de Seguridad Pública, los ministerios de Justicia y Medio Ambiente, el INCRA y la propia Confederación, junto a sus federaciones y sindicatos afiliados.
“Sugerimos como mediador de este diálogo a la Defensoría Agraria Nacional”, señaló la joven dirigente.
“Lo primero a discutir y resolver en esta instancia de diálogo es que el gobierno brinde protección a los campesinos que están bajo amenaza y que se investigue los crímenes y se castigue a sus responsables”, proclamó.
“Por otro lado, la CONTAG reiterará su posición en relación a la necesidad de ampliar y agilizar la reforma agraria en la región, expropiando y regularizando las tierras públicas y brindando todas las condiciones necesarias para ello”, concluyó.
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Enviada para Combate Racismo Ambiental por Luciana Gaffrée.