Mujeres indígenas y cambio climático

AIPP

Servindi, 3 de octubre, 2014.- Tenemos el agrado de compartir la traducción al español del documento “Mujeres indígenas y cambio climático” publicado en agosto de 2014 por el Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia (AIPP) que ha autorizado a Servindi su publicación en nuestro portal informativo

Mujeres indígenas y cambio climatico

Por Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia (AIPP)

Del universo aproximado de 370 millones de población indígena en el mundo, se estima que 185 millones son mujeres. Los pueblos indígenas sufren múltiples formas de discriminación y opresión basadas en su condición étnica, lugar de residencia y situación económica, que los convierten en pobres entre los pobres, carentes de poder político y discriminados cultural y socialmente. Además, las mujeres indígenas sufren una triple discriminación: por ser mujeres, por ser indígenas y por ser mujeres indígenas; y se ven imposibilitadas para ejercer sus derechos individuales y colectivos.

Contribuciones de las mujeres indígenas

Las mujeres indígenas cumplen un rol esencial en el manejo sustentable de los recursos y la seguridad alimentaria. Sus conocimientos tradicionales y múltiples habilidades aseguran la transferencia de saberes, prácticas culturales y valores indígenas a los niños y niñas y las futuras generaciones. Como custodias de la Madre Tierra, las mujeres indígenas son las primeras en percibir cambios en el ambiente natural y los impactos de dichos cambios en sus medios de vida, seguridad alimentaria y bienestar general. A partir de esta relación intrínseca, dependiente del ambiente natural, ellas toman la iniciativa para innovar y adaptarse durante el transcurso de sus actividades en los territorios que habitan.

Los impactos del cambio climático son disruptivos cuando las estructuras de organización colectiva solo pueden absorber los cambios ecológicos cambiando elementos clave de dichas estructuras. Por ejemplo, el aumento en el nivel de los mares puede obligar a una comunidad a reubicarse y adoptar una nueva economía. En las conversaciones actuales sobre cambio climático, algunas mujeres indígenas están articulando las preocupaciones derivadas de sus responsabilidades específicas en sus comunidades. Estas responsabilidades van desde actuar como maestras y custodias del conocimiento ecológico local a participar de movimientos políticos orientados a lograr una coexistencia respetuosa con los vecinos de la comunidad.

Las mujeres indígenas mantienen una relación fundamental con la tierra, sostenida por la dependencia a ella como medio de vida y el mayor cuidado posible en la elección de las semillas que aseguren la disponibilidad de alimentos en esta cambiante situación climática. Las mujeres indígenas toman sus responsabilidades con seriedad, lo que a su vez las expone a mayores peligros y daños por los efectos adversos del cambio climático (por ejemplo, al convertirse en víctimas directas de inundaciones y otros fenómenos climáticos extremos, incluyendo la llegada de nuevas pestes y enfermedades). Por sus roles y experiencias particulares las mujeres indígenas están comprometidas con la protección del medioambiente y motivadas para liderar iniciativas y acciones de adaptación y mitigación del cambio climático.

Desafíos e inquietudes de las mujeres indígenas

A pesar de ser uno de los sectores que menos contribuye con las emisiones de carbono, las mujeres indígenas son las más afectadas por los impactos del cambio climático y sus incertidumbres, debido en parte a la situación de empobrecimiento y marginación que enfrentan. Las mujeres indígenas y sus hijos e hijas son los más afectados por los desastres climáticos, ya que generalmente habitan ecosistemas remotos y frágiles como los bosques tropicales y templados, las zonas de alta montaña, partes bajas y costeras, llanuras inundables y riberas de los ríos. Debido a su crítico rol en el bienestar general de los pueblos, las mujeres indígenas sufren desproporcionadamente la explotación y destrucción de tierras, territorios, recursos y culturas, y por los desplazamientos. Con la severidad, intensidad y escala de los impactos del cambio climático, las mujeres indígenas enfrentan desafíos adicionales, particularmente por encontrarse en la primera línea de batalla frente a sus consecuencias.

Por ejemplo, cuando ciertas semillas tradicionales dejan de crecer debido a cambios drásticos en los ciclos climáticos regulares – como prolongadas temporadas de lluvia o sequías – las mujeres indígenas son las primeras en preocuparse por la seguridad alimentaria de sus familias y comunidades, mientras la producción de alimentos se ve notoriamente afectada. La calidad y disponibilidad de las semillas ha perdido todo balance y los pueblos indígenas se ven súbitamente desplazados por los desastres climáticos. Al mismo tiempo, sus conocimientos tradicionales se ponen constantemente a prueba, mientras luchan para responder oportunamente a los cambios climáticos drásticos y sus impactos en el medioambiente y en sus propias vidas. Son las primeras en identificar la aparición de nuevos insectos o plagas que pueden afectar sus cultivos y reducir el crecimiento y disponibilidad de ciertas plantas, animales o insectos. Son también las primeras en observar los cambios en la condición de salud de los niños y niñas debido a alteraciones en su dieta o el medioambiente provocadas por el cambio climático. Del mismo modo, las mujeres indígenas que se ven forzadas a dejar sus comunidades, a consecuencia de la menor productividad de sus tierras por falta de agua, se vuelven más vulnerables a la violencia social.

Las mujeres indígenas enfrentan las consecuencias de la implementación de programas, políticas y medidas para la adaptación y mitigación del cambio climático, particularmente cuando no son sensibles al género. Por ejemplo, en los casos de reubicación de refugiados climáticos hacia territorios de pueblos indígenas sin su consentimiento (debido a inundaciones severas, entre otras causas), aumenta la vulnerabilidad de las mujeres al abuso sexual, la violación y otras formas de violencia que continúan en aumento.

Los efectos adversos del cambio climático, especialmente en los medios de vida y la seguridad alimentaria de los pueblos indígenas, agravan las dificultades ya existentes por la marginalización que enfrentan y la destrucción de sus tierras y recursos. Peor aún, las mujeres sufren múltiples capas de discriminación y violencia, como indígenas y también como mujeres. Su invalorable contribución al manejo sustentable de los recursos naturales, incluyendo la adaptación y mitigación, no son reconocidos, aceptados ni promovidos. Las mujeres indígenas son por lo tanto invisibles en términos de revertir los impactos negativos del cambio climático, aunque tengan importantes contribuciones que hacer al respecto.

El mayor desafío para los pueblos indígenas – particularmente las mujeres – es la falta de reconocimiento de sus derechos colectivos a las tierras, territorios y recursos, incluyendo el manejo sustentable y el control sobre ellos. Esto se ve agravado por las falsas soluciones al cambio climático, como el reducido concepto de medidas de conservación y mitigación y la construcción de grandes represas, la conversión masiva de bosques y tierras agrícolas en plantaciones de palma aceitera como fuente de energías renovables, entre otros.

Estas supuestas soluciones se implementan en territorios indígenas violando sus derechos colectivos. Por ejemplo en Tailandia, los pueblos indígenas son desalojados de las áreas de conservación, se los trata como destructores de los bosques y se les prohíbe realizar prácticas tradicionales de subsistencia como la agricultura itinerante. Esto ha resultado en el aumento de la inseguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad. Las mujeres indígenas desplazadas se vuelven más vulnerables al tráfico de personas y otras formas de violencia mientras buscan alternativas para sostenerse. Ante la reducción de la diversidad de sus cultivos tradicionales debido al cambio climático y la agricultura comercial, los siete pueblos indígenas del norte de Tailandia han recolectado, documentado y promovido la conservación ex-situ, como en el jardín casero, y las mujeres indígenas han liderado este proceso. Las plantaciones de palma aceitera en Indonesia y Malasia ocupan grandes extensiones de territorios indígenas provocando innumerables conflictos. Esta industria provocó el aumento de la violencia y el abuso sexual de las mujeres por los trabajadores de las plantaciones, mayormente no-indígenas.

Asimismo, las mujeres son prácticamente invisibles en los procesos de formulación de políticas, programas y medidas para combatir el cambio climático destinadas a pueblos indígenas en general. En asuntos relacionados con el cambio climático, los mecanismos para la participación efectiva de los pueblos indígenas, y en particular de las mujeres indígenas, son escasos en todos los niveles. Otro de los desafíos que enfrentan las iniciativas de las mujeres indígenas para combatir el cambio climático es la falta de acceso a financiación y recursos técnicos. Las iniciativas de fortalecimiento de capacidades en las que comunidades y mujeres indígenas puedan compartir sus experiencias y recursos de adaptación al cambio climático reciben escaso apoyo. A pesar de algunos avances a nivel internacional, la participación efectiva de los pueblos indígenas a nivel local y regional es prácticamente inexistente. En este contexto, la mujer indígena continúa siendo ignorada y su visión, preocupaciones y perspectivas no son tenidas en cuenta.

Estudio de caso

Mejora del suministro de agua potable y recuperación de fuentes hídricas por mujeres en Den Village, Vietnam: la localidad de Den Village se encuentra en el municipio de Mai Dich, distrito de Mai Chau de la provincia de Hoa Binh. Los habitantes de la etnia thai representan el 90% de la población del pueblo. Su economía se basa enteramente en la agricultura y el arroz, la yuca, la soja y el luong (especie de bambú) son las principales fuentes de ingresos. Existen 88 hogares en las dos áreas principales del pueblo, que conforman el centro de Den Village y el área de Na Po.

En los últimos años, las fuentes de agua de Den Village para uso diario y producción agrícola han sido muy irregulares. En temporada de lluvias, las aguas provenientes de las montañas fluyen por los barrancos creando riadas que provocan erosión y desprendimientos de suelo y dañan los sistemas de irrigación de los arroyos costeros. Las granjas se inundan de arena y grava, lo que disminuye la productividad y eleva los costos de producción debido a la necesidad de recuperar los campos. Por otro lado, durante la estación seca la cantidad de agua no es suficiente para regar los cultivos de invierno. A su vez, el agua de uso diario apenas alcanza para el consumo de los habitantes del centro de Den Village, mientras que la escasez es tan crítica en el área de Na Po que muchos hogares han comenzado a proveerse de fuentes más alejadas. Los cambios comenzaron a observarse cuando se le asignaron bosques de protección a las poblaciones y se les permitió explotar el bambú y otras plantas de forraje. Además, la falta de agua es cada vez más grave, reduciendo los beneficios obtenidos del bosque.

Con la ayuda de la organización local Centro para el Desarrollo Sostenible del Área Montañosa (CSDM), actualmente las mujeres del pueblo lideran los esfuerzos en la lucha contra la escasez de agua y el problema de los cultivos de invierno durante la estación seca. Entre las tareas que han realizado se encuentra la visita a otros poblados para aprender diferentes modelos de gestión, el mapeo de los bosques con el fin de identificar sus límites y señalar las áreas más vulnerables, y la elaboración de un plan realista de desarrollo forestal. Durante la primavera, las mujeres movilizaron a los pobladores para sembrar plantones, plantas de follaje y bambú en los bosques, en un intento de aumentar los recursos cada vez más escasos. Durante la estación seca, el sindicato de mujeres asignó grupos para la recogida de hojas y la limpieza de matorrales con el objetivo de prevenir incendios forestales. En una acción colectiva, el sindicato de mujeres del pueblo desarrolló y evaluó una convención sobre la protección y desarrollo de los bosques para la población.

En 2013, la escasez de agua potable durante la estación seca de Na Po quedó plenamente resuelta. Algunos hogares incluso contaron con agua suficiente para sus cultivos de invierno, algo que no había pasado nunca antes. En un futuro próximo crecerán árboles de protección que los preservarán de las riadas y la sedimentación durante la temporada de lluvias, mitigando el riesgo de la falta de agua en la estación seca. Gracias a las actividades de las mujeres de Den Village, los pobladores han retomado gradualmente las técnicas de cultivo tradicionales que aseguran el equilibrio entre el desarrollo económico y los beneficios medioambientales.

Recomendaciones:

  1. Asegurar el reconocimiento, respeto y protección de los derechos colectivos de los pueblos y las mujeres indígenas con medidas, políticas y programas destinados a combatir el cambio climático.
  2. Reconocer plenamente, promover e impulsar el rol y las contribuciones de las mujeres indígenas en el abordaje de los impactos negativos del cambio climático, incluyendo el fortalecimiento de su conocimiento tradicional, medios de vida y bienestar.
  3. Garantizar la participación efectiva de las mujeres indígenas en todo asunto relacionado con el cambio climático, incluyendo servicios de interpretación/traducción que les permitan entender y expresar sus ideas, preocupaciones y aspiraciones.
  4. Abordar de manera integral el tema de la discriminación contra la mujer indígena y poner fin a ella, en particular en aspectos como salud, educación, empleo y violencia (incluida la sexual) entre otros, de manera que disminuya su vulnerabilidad a los impactos adversos del cambio climático.
  5. Cubrir las necesidades técnicas, materiales, económicas y de capacitación de las mujeres indígenas, para fortalecer su papel y contribuciones a la adaptación y mitigación del cambio climático, así como a su bienestar en general.

Material de información, educación y comunicación de AIPP (todos en inglés):

  1. Video “Conservación forestal: un mensaje de las mujeres indígenas”.
  2. Estudio sobre el rol y las contribuciones de las mujeres indígenas en la gestión sostenible del bosque en los países del Mekong.
  3. Cómic “El bosque es vida: Conocimientos para las comunidades”.
  4. Cambio climático, árboles y medios de vida: Estudio de caso sobre el impacto ambiental de una comunidad karen del norte de Tailandia.
  5. Informe sobre pueblos indígenas y adaptación al cambio climático en Asia.
  6. Informe sobre ASEAN, cambio climático, REDD+ y pueblos indígenas.
  7. Informe sobre rotación de cultivos y cambio climático.
  8. Poster informativo sobre cambio climático, REDD+ y pueblos indígenas.


Puede acceder al documento original en inglés publicado aquí
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Traducción de Luis Claps para IWGIA y Servindi.

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