Alrededor de 150 indígenas, afros y montubios iniciarán carrera diplomática en la Cancillería en los próximos meses, en el marco de una reforma interna de ingreso de personal al Ministerio de Relaciones Exteriores. El Gobierno impulsa la medida como un mecanismo de inclusión de estas nacionalidades al servicio exterior ecuatoriano.
“Va a ingresar nuevo personal a la carrera diplomática, también a lo administrativo, y serán ciudadanos que expresen la plurinacionalidad que hay en nuestro país”, indicó el canciller Ricardo Patiño.
Explicó que gobiernos anteriores convirtieron la diplomacia en exclusividad de “blancos y mestizos” que utilizaron a los indígenas, afroecuatorianos y montubios únicamente para manifestaciones folclóricas del Ecuador en el exterior.
Las minorías étnicas ingresarán a la Cancillería a partir de la sexta categoría. Es decir, con el rango de terceros secretarios o ayudantes generales, que es el cargo con el que todo diplomático inicia su carrera.
Medida política
Para el presidente de la Confederación Kichwa del Ecuador (Ecuarunari), Delfín Tenesaca, la medida del Gobierno es una acción política que busca distraer las principales demandas del sector no resueltas, como la Ley de Aguas, la distribución de la tierra, la Ley de Minas y la soberanía alimentaria.
Indicó que de forma coincidente, el anuncio se realiza a pocos días de realizada la consulta popular, en la cual el régimen obtuvo un revés electoral. “Después del triunfo del No en el sector indígena, el Gobierno está desesperado, no atina qué hacer buscando algún mecanismo para llegar a las comunidades”.
Precisó que los pueblos y nacionalidades del Ecuador tienen derecho a formar parte de la diplomacia, pero no como cuota política, sino por principio de igualdad ante la ley. “En ningún momento el sector indígena fue convocado para socializar la propuesta con las bases”.
Por otro lado, el presidente de la Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior Ecuatoriano (Afese), Rodrigo Yépez, refirió que escuchó rumores sobre el ingreso de nuevo personal, pero que en ningún momento se consultó el punto de vista de la Asociación.
“Si el concurso se lleva adecuadamente siguiendo la Ley Orgánica y los reglamentos internos, podría ser beneficioso, caso contrario sería totalmente ilegal”, anticipó Yépez, quien descartó que la Cancillería haya excluido a personas por su condición social y cultural.
Según Yépez, desde el 2007, cuando se inició el actual Gobierno, ingresaron aproximadamente 300 personas al Ministerio de Relaciones Exteriores, como cuota política bajo la modalidad de contrato. “En realidad la Cancillería es ahora una agencia de empleos y seguirá igual. No sirve más que para contratar gente”, concluyó.
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