“Las pruebas son incontestables: el cambio climático amenaza la salud del ser humano” advierte organismo de las Naciones Unidas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cambio climático podría provocar 250,000 muerte más cada año a partir de 2030, causadas por la malnutrición, la malaria, la diarrea y las olas de calor.
“Las pruebas son indiscutibles: el cambio climático amenaza a la salud del ser humano”, declaró Margaret Chan, directora general de la OMS, durante la primera Conferencia Mundial sobre Salud y Clima realizada en Ginebra del 27 al 29 de agosto.
Las temperaturas demasiado altas contribuyen directamente a la mortalidad por enfermedades cardiovasculares o respiratorias, en particular en las personas de cierta edad.
Igualmente, la contaminación del aire está actualmente en el origen de siete millones de muertes prematuras, afirmó Maria Neira, directora de la OMS para la salud pública y el medioambiente. Esto representa uno de cada ocho fallecimientos a escala mundial.
El carácter cada vez más aleatorio de las precipitaciones va a afectar al almacenamiento de agua dulce. La falta de agua salobre puede comprometer a la higiene y aumentar el riesgo de enfermedades diarreicas, que matan cerca de 600,000 niños con menos de 5 años al año.
También el cambio climático está prolongando la estación de transmisión de ciertas grandes enfermedades de transmisión vectorial, modificando el reparto geográfico del paludismo y del dengue.
Actuar ahora
Alistar Woodward, uno de los autores del informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, estimó que el mundo se dirige actualmente hacia un calentamiento del planeta de cuatro grados a fines de este siglo y no de dos grados.
A su juicio, si los gobiernos se pusieran de acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, se podrían salvar dos millones de vidas al año.
“Si reducimos las emisiones de gas de efecto invernadero, disminuiremos al mismo tiempo la contaminación del aire y las enfermedades cardiovasculares y respiratorias”, dijo María Neira.
La OMS y sus Estados miembros resaltan la importancia de actuar ahora para proteger la salud también a largo plazo, y recuerda que hay enfermedades infecciosas como el cólera, la malaria o el dengue, que son muy sensibles al clima y, por tanto, se deben mejorar las medidas de vigilancia y control.
El cambio climático ya está causando decenas de miles de muertes cada año como consecuencia de nuevos patrones de estas y otras enfermedades, que se han visto condicionados por fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor e inundaciones, de la falta de suministros de agua, problemas de saneamiento, o de problemas con las cosechas.
Los más vulnerables
“Las poblaciones vulnerables son los pobres, los desfavorecidos y los niños, ya que son los que sufren un mayor impacto de los cambios relacionados con el clima y las enfermedades que esto puede ocasionar, como la malaria, la diarrea y la desnutrición, que ya mata a millones de personas cada año”.
Así lo anotó Flavia Bustreo, experta en Familia, Mujer y Salud Infantil de la Dirección General de la OMS, quién enfatizó que “si no hay una acción efectiva para mitigar y adaptarse a los efectos adversos del cambio climático en la salud, la sociedad se enfrentará a uno de sus desafíos más graves para la salud”.