Noticias aliadas, 18 de agosto, 2012.- Vale, la empresa minera más grande de Brasil, deberá cancelar momentáneamente sus planes de construir una línea férrea paralela a la existente en el estado nororiental de Pará que le permitiría incrementar la frecuencia en el transporte del mineral de hierro desde la mina de Carajás hasta una terminal portuaria en el estado de Maranhão.
A principios de agosto, el juez Ricardo Felipe Rodrigues Macieira ordenó a Vale la suspensión del proyecto porque supone una amenaza para las comunidades indígenas y afrobrasileñas que viven en los alrededores de la línea férrea.
El magistrado ordenó igualmente la realización de un estudio de impacto ambiental que incluya todas las medidas posibles de compensación y que sea escrito de manera clara para que pueda ser comprendido por las comunidades afectadas y el público en general.
La actual vía tiene 892 km de extensión y Vale pretende construir una línea paralela para que los trenes puedan hacer recorridos simultáneos en ambos sentidos, permitiéndole incrementar el volumen de mineral de hierro a transportar, de 130 millones de TM actualmente, a 230 millones.
De acuerdo con Survival International, organización defensora de los derechos de los pueblos indígenas, Vale no cuenta con licencia social para construir la vía férrea paralela, que costará US$4.1 millardos y que debe estar terminada para el 2016.
“No aceptamos la expansión de la línea del tren que pasa justo frente a nuestro territorio”, dijo un indígena awá a Survival International. “¡Es realmente mala! ¡Trae mucho ruido! Los cazadores no pueden encontrar ninguna presa; los animales se asustan”.
Aunque Vale ha señalado que el proyecto respeta rigurosamente las normas ambientales brasileñas, el juez Rodrigues Macieira señaló que las consultas a las comunidades afectadas han sido “insuficientes” y advirtió sobre el riesgo de provocar “una degradación ambiental sumamente grave”.
Los planes de Vale, que ha anunciado que apelará el fallo, ponen en riesgo aún mayor al pueblo indígena awá, considerado por Survival International como la tribu más amenazada del planeta.
La construcción de la mina Carajás a principios de la década de 1980 devastó al pueblo awá al permitir la apertura de su territorio a taladores ilegales, madereros y colonos.
“El ferrocarril no es lo único que amenaza la supervivencia de esta tribu”, dijo Stephen Corry, director de Survival International. “Madereros, ganaderos y colonos se siguen burlando descaradamente de la ley brasileña. A pesar de las garantías de las autoridades de Brasil, el modo de vida de los awás sigue colgando de un hilo”.
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