Por Teresa Pérez
23 de noviembre, 2011.- La semana próxima tendrá lugar en Mali una conferencia internacional campesina para detener el acaparamiento de tierras. Organizada por La Vía Campesina, su objetivo es escuchar y aprender lo que opinan campesinos y campesinas locales, principalmente de los países africanos, sobre el acaparamiento de tierras, así como aunar esfuerzos para oponerse a ese proceso y elaborar las estrategias futuras.
Pocos días después, en Durban, Sudáfrica, miles de representantes de gobiernos, grandes compañías contaminantes y grandes ONG conservacionistas, pero también personas que luchan por la justicia climática, se reunirán para la 17ª Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
En los países del Sur, el acaparamiento de tierras se está produciendo a un ritmo alarmante. En África, la tendencia es escandalosa: ¡en 2009 se comercializaron 60 millones de hectáreas de tierras! (1) Gobiernos extranjeros, fondos de pensión, magnates y grandes empresas están comprando enormes extensiones para establecer monocultivos, que van desde las plantaciones de árboles a la agricultura industrial, e incluso para especulación financiera.
Dentro de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC ) se está construyendo el marco para consolidar y ampliar el acaparamiento de tierras. Los gobiernos y las empresas allanan el camino para seguir funcionando como hasta ahora, en lugar de ocuparse seriamente del cambio climático y reducir drásticamente las emisiones de carbono. Demasiada energía y demasiado dinero se ha gastado ya para crear y promover soluciones falsas a dicho problema.
Como dice La Vía Campesina en su “Llamamiento a Durban”, en el contexto de la CMNUCC “a los países desarrollados y las empresas contaminantes (que son históricamente responsables de la mayor parte de emisiones de gases de efecto invernadero) se les permiten todo tipo de artimañas para evitar reducir sus emisiones. Por ejemplo, el mercado del carbono y los mecanismos de compensación de las emisiones de carbono permiten a esos países y empresas que continúen contaminando y consumiendo de manera normal mientras pagan pequeñas sumas de dinero para ayudar a las personas pobres de los países en vías de desarrollo a que reduzcan sus emisiones. Pero lo que realmente sucede es que las empresas se benefician por partida doble: continúan contaminando y vendiendo falsas soluciones. Mientras tanto, con la Reducción de las Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación Forestal (REDD), los más pobres son privados de muchos de sus derechos sobre el uso de bosques y tierras comunales, mientras que emergen usurpadores que se hacen con grandes extensiones de terreno desalojando a los campesinos para traficar con bonos de carbono.”[2]
Las falsas soluciones al cambio climático están facilitando el acaparamiento de tierras en el Sur. Se desplazan comunidades y se ocupan territorios con monocultivos de árboles para que sirvan como sumideros de carbono, o para comercializarlos en forma de pellets de madera para producir energía o, en el caso de la palma aceitera, para fabricar combustible.
En África, se están multiplicando los conflictos relacionados con las plantaciones industriales de árboles. Un caso reciente es el de la compañía británica “New Forests Company”, responsable de la expulsión forzosa de 22.500 personas para establecer en sus tierras plantaciones como sumideros de carbono.
También las plantaciones de palma aceitera están causando numerosos conflictos en países como Liberia, Camerún, Uganda y Ghana, entre otros. Por ejemplo, en Liberia, la compañía malaya Samy Darby, que recibió en concesión 220.000 hectáreas para realizar plantaciones de palma aceitera, fue acusada por las comunidades locales de “estar realizando desmontes, destruyendo sitios sagrados, arrasando cultivos, construyendo diques en arroyos y ríos, rellenando pantanos, destruyendo cementerios, contaminando fuentes de agua potable, desplazando por la fuerza a las personas sin darles una compensación adecuada, plantando y cultivando palma aceitera e incluso estableciendo un enorme vivero de palma aceitera sin nuestro consentimiento previo, libre e informado”. (3)
En Camerún, la empresa estadounidense SG Sustainable Oils (SGSO) planea establecer una plantación de palma aceitera de 30.000 hectáreas en la región suroeste, en una zona inmediatamente adyacente al Parque Nacional de Korup y a la Reserva Forestal de Rumpi Hills, y otra, de 40.000 ha, al este de la anterior y contigua al Parque Nacional Bakossi y a la Reserva de Fauna de Banyang Mbo. Las denuncias dicen que “las plantaciones de palma aceitera desplazarán y perturbarán la situación económica y social de más de 30 aldeas (más de 3.000 personas). Su cultura y su estilo de vida están estrechamente ligados a esos bosques, que les proveen agua limpia, alimento e importantes posibilidades de ingresos. La mayoría de esos aldeanos dependen de la agricultura para alimentar a sus familias y ganarse la vida. No se sabe cómo se los indemnizará por la pérdida de su bosque y sus granjas. Algunos documentos sugieren que las aldeas serán reinstaladas, o que se les permitirá permanecer donde están pero quedarán rodeadas por plantaciones de palma”. (4)
La Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD) es una de las soluciones falsas más recientes, y también servirá para acrecentar el acaparamiento de tierras. Ya se ha informado de varios casos de comunidades expulsadas o desplazadas de sus territorios, o de comunidades que ven sus derechos de uso de la tierra y los bosques amenazados por proyectos REDD.
La reciente publicación del WRM sobre el proyecto piloto REDD emprendido por Conservation International y Walt Disney Company en la República Democrática del Congo, en las reservas de bosque de Tayna y Kisimba-Ikobo, describe los numerosos trastornos y violaciones de derechos que conllevan las iniciativas de este tipo. El informe dice: “Hemos podido determinar que el consentimiento para la implementación del proyecto REDD en la reserva de Kisimba-Ikobo tiene numerosas deficiencias y que, en el mejor de los casos, es sólo parcial. Además, el proceso sólo logró profundizar un conflicto en el que están en juego los derechos de uso de la tierra y el bosque. Parte de la comunidad se opone al proyecto REDD porque no hace sino reforzar la creación de una reserva ‘comunitaria’ que, en realidad, ha privado a dichas comunidades de sus derechos ancestrales a las tierras y los bosques. En una carta recientemente dirigida al gobernador de la provincia por las comunidades descontentas, éstas afirman que se oponen al proyecto REDD porque no respeta sus derechos sobre la tierra y porque no se les dio la posibilidad de expresar sus reclamaciones.
Una parte importante de la población de Kisimba e Ikobo, que ya se había opuesto a la creación de la reserva natural y se opone ahora al proyecto REDD, está siendo aún más marginalizada. Los promotores del proyecto REDD parecen simplemente ignorar que esa parte de la población no dio su consentimiento al proyecto, y no están haciendo nada para tratar de resolver el conflicto”. (5)
Las falsas soluciones propuestas para resolver el problema del cambio climático no sirven más que para distraer la atención, y pueden incluso ser criminales. Ya es tiempo de ser conscientes de que la única solución real es que los países contaminantes reduzcan las emisiones de carbono en su origen.
Nota:
(1) http://farmlandgrab.org/post/view/19559
(2) http://www.viacampesina.org/sp/index.php?option=com_content&view=article&id=1259:la-via-campesina-llamamiento-a-durban&catid=46:cambios-climcos-y-agro-combustibles&Itemid=79
(3) Carta de protesta dirigida a la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO) en octubre por miembros y habitantes de las comunidades locales afectadas por el proyecto de otorgar a Sime Darby una concesión de 220.000 hectáreas para la plantación de palma aceitera en Liberia, , http://www.forestpeoples.org/topics/palm-oil-rspo/publication/2011/letter-complaint-roundtable-sustainable-palm-oil-rspo-members-.
(4) Ver Boletín nº 165 del WRM.
(5) Publicación del WRM (en inglés): “Conservation International REDD pilot project: a different kind of Disney production”, http://www.wrm.org.uy/subjects/REDD/DRC_REDD_en.pdf.
http://servindi.org/actualidad/54818?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Servindi+%28Servicio+de+Informaci%C3%B3n+Indigena%29