A través de la historia, las mujeres mapuche han participado activamente en la lucha por la defensa de sus tierras y territorios. Pero este aporte ha sido invisibilizado y negado por la historiografía oficial dominante.
Fresia, Guacolda, y Janequeo, entre otras, se destacaron por su valentía durante la conquista española e inspiraron a cronistas como Alonso de Ercilla y Zuñiga en La Araucana.
En las comunidades se relatan historias de mujeres mapuche que han levantado la voz y enfrentado con sus cuerpos a las fuerzas policiales de los gobiernos de turno. Un ejemplo es el caso de Bartola de la familia de los Gineo, del sector de Rofue, cercano a Temuco, que en la década de los sesenta se opuso al lanzamiento de la comunidad. Por este motivo fue apresada junto a uno de sus hijos y debió vivir el racismo y la discriminación. Su historia es recordada aún por sus descendientes y tomada como un ejemplo para las mujeres jóvenes, tanto de las zonas urbanas como rurales.
Las mujeres mapuche fueron partícipes en la conformación de las primeras organizaciones del mundo urbano a comienzos de siglo XX y ocuparon cargos de representación. Una de ellas fue Herminia Aburto Colihueque, quien en 1935 se presentó en las elecciones municipales por una lista independiente.
En la década de los setenta y durante el gobierno de la Unidad Popular estuvieron presentes en las toma de tierras junto al Movimiento Campesino Revolucionario, ligado al MIR. Durante la dictadura militar, participaran en acciones contra la división de sus comunidades, vivieron la represión, los allanamientos a sus casas y el apresamiento de sus familiares. Esta situación no las derrotó, siguieron trabajando en sus huertas, en la artesanía y sacaron adelante sus familias y sus comunidades.
En tanto, las más jóvenes migraron a las grandes ciudades en busca de oportunidades de estudio y de trabajo con la finalidad de aportar económicamente a sus familias. En el mundo urbano, debieron vivir el racismo, la discriminación y el machismo proveniente de la sociedad y el estado chileno. Pese a esta situación, siguieron trabajando y organizándose para preservar su idioma y cultura y organizándose para el retorno de la democracia.
En los noventa, el estado para cumplir sus compromisos con los pueblos originarios, promulgó una nueva Ley Indígena, la 19.253. Esta iniciativa no logró cumplir todas las demandas del pueblo Mapuche. Es así como fueron aprobados proyectos de desarrollo en las comunidades como la represa Ralco en el Alto Biobío, Octava Región. Aquí el liderazgo de las mujeres se hizo presente con las voces de las hermanas Quintremán, quienes lucharon contra la instalación de estos megaproyectos en sus territorios. En sus constantes viajes a Santiago recibieron el apoyo de otras organizaciones populares y urbanas. Finalmente, las represas fueron instaladas en el territorio Mapuche Pewenche y las comunidades relocalizadas en otras tierras. Quedaron bajo el agua las huertas, los bosques, los cementerios y lugares ceremoniales. Esto acarreó graves daños al medio ambiente y la salud de las personas.
En la actualidad, las mujeres mapuche están asumiendo roles políticos, encabezando las luchas de sus pueblos y su liderazgo es reconocido y valorado por sus pares masculinos. Asimismo, han comenzado a cuestionar elementos patriarcales y para ello se afirman en elementos de la propia cultura, basados en la cosmovisión mapuche, que habla de rescatar la dualidad y la complementariedad. Sin duda, los desafíos son muchos, como el reconocimiento de sus derechos como pueblo y como mujeres mapuche.
Fonte: http://www.momwo.com/web/mujeres_y_sociedad/mujeres/524-mujeres_mapuches_y_liderazgo.html
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