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En Ingeniero Juárez, una ciudad de la provincia de Formosa, hay una importante población de aborígenes de la etnia wichí. Ellos, como muchos de sus vecinos cobran distintos planes sociales: asignación universal por hijo, plan familias, pensión por madre de siete hijos y pensión por invalidez.
Pero lo que debería ser un beneficio se convierte en otra cosa. Se convierte en un espectáculo triste, insólito y, lamentablemente, casi normal en la zona. A los planes de los aborígenes se los quedan los comerciantes.
En Ingeniero Juárez, una ciudad de la provincia de Formosa, hay una importante población de aborígenes de la etnia wichí. Ellos, como muchos de sus vecinos cobran distintos planes sociales: asignación universal por hijo, plan familias, pensión por madre de siete hijos y pensión por invalidez.
Pero lo que debería ser un beneficio se convierte en otra cosa. Se convierte en un espectáculo triste, insólito y, lamentablemente, casi normal en la zona. A los planes de los aborígenes se los quedan los comerciantes.
Los aborígenes no saben cuánto cobran por cada plan, no pueden disponer del dinero cuando lo necesitan y, al mismo tiempo, son obligados a generar deudas con los comerciantes de los negocios de Ingeniero Juárez. Son rehenes de sus propios planes.
Primero se burlaron cambiándoles sus nombres, después les quitaron sus derechos al obligarlos a votar por determinado candidato político, más tarde los desalojaron de sus tierras… Y ahora esto, que avergüenza e impresiona por cómo se da.
Argentinos de tercera clase, primera parte del trabajo de Telenoche Investiga.
Los aborígenes no saben cuánto cobran por cada plan, no pueden disponer del dinero cuando lo necesitan y, al mismo tiempo, son obligados a generar deudas con los comerciantes de los negocios de Ingeniero Juárez. Son rehenes de sus propios planes.
Primero se burlaron cambiándoles sus nombres, después les quitaron sus derechos al obligarlos a votar por determinado candidato político, más tarde los desalojaron de sus tierras… Y ahora esto, que avergüenza e impresiona por cómo se da.
http://www.tn.com.ar/sociedad/133298/argentinos-de-tercera-clase
És una lástima que lo que es publicado de nuestros países sudamericanos es solo un maquilaje de la realidad, cómo publicidad turistica mientras las injusticias ancestrales se repiten hastá el siglo XXI.