Perú: Debaten problemas y desafíos de la mujer indígena Awajún

Servindi – “Nosotras las mujeres sí hemos participado… hemos logrado aprobar tres proyectos en el presupuesto participativo de la municipalidad”, fueron las palabras testimoniales de la lideresa awajún Maritza Yampis, durante la presentación del libro Tajimat Pujut.

Se trata de Tajimat Pujut, para tener un buen vivir las mujeres y los hombres sí podemos decidir, la más reciente publicación de Terra Nuova y el Fondo Ítalo Peruano que trata precisamente sobre los niveles de participación y de decisión de las mujeres awajún en el desarrollo local.


La Sala Bolívar de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) se llenó de voces agudas que provenían de lo más profundo de nuestra amazonía: las mujeres awajún que testimoniaban nuevos roles políticos y sociales, en la presentación realizada el jueves 21 de octubre.

“Las mujeres estamos asumiendo cargos en la comunidad como el de ser Apu de la comunidad y en las principales organizaciones de la zona. También quiero informar que tenemos como vicepresidenta del Consejo Aguaruna Huambisa (CAH) a Delia Atamain”, agregó Yampis. “También hemos formado comités de vigilancia y hemos aprendido a organizarnos como mujeres”, dijo.

En representación de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), Daysi Zapata Fasabi, su vicepresidenta, agradeció a todas las organizaciones no gubernamentales que apoyan a los pueblos indígenas, en especial, a las mujeres que vienen sufriendo discriminación desde hace décadas.

“Como mujeres nos sentíamos minimizadas… pero a partir del cinco de junio nos hicimos visibles ante el mundo”, precisó, en recuerdo a los trágicos sucesos del Baguazo. Daysi Zapata agradeció que las instituciones aliadas al movimiento indígena fortalezcan las organizaciones regionales y federaciones descentralizadas, bases de la AIDESEP.

“AIDESEP viene trabajando en este tema pero no cuenta con suficiente recursos y personal para atender a todas las regionales, por eso agradezco a Terra Nuova que las siga fortaleciendo”, expresó. Por su parte, Francesco Rausi, embajador de Italia en el Perú, dijo que los pueblos indígenas son muy vulnerables y necesitan apoyo particular para que puedan lograr el respeto de sus costumbres y ser valorados.

“La participación plena de las mujeres indígenas en la vida pública y social no sólo va a mejorar las condiciones de la población femenina awajún sino que va a favorecer el potencial de desarrollo de las comunidades involucradas”, puntualizó. María Pía Dradi, directora del Fondo Italo Peruano dijo estar muy satisfecha que su institución haya contribuido en la publicación de un libro tan importante como es Tajimat Pujut. Dradi dijo que no es posible que haya desarrollo en una sociedad cuando las mujeres siguen siendo excluidas.
La presentación del libro Tajimat Pujut se contó con la presencia de más de un centenar de asistentes interesados en el tema y contó con diferentes panelistas, entre ella las lideresas que forman parte del proyecto de Terra Nuova. Al final de cada panel, las mujeres indígenas obsequiaron sus trabajos artesanales a los expositores.

También se proyectó el video “Las mujeres también hacemos historia” donde se narra el trabajo de las mujeres awajún en sus zonas de origen.

Barreras en el liderazgo de la mujer indígena

Leslie Villapolo, del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), presentó algunas conclusiones del libro el cual “ofrece una mirada crítica de la construcción cultural del género del pueblo awajún”. En esta investigación -dijo Villapolo- “se ha visto qué es lo que pierde una familia, una comunidad, un distrito, una región, el pueblo awajún y la cultura, cuando la mujer no participa”.

“Hemos constatado en este estudio que los roles tanto del hombre como de la mujer son complementarios y detrás de esta complementariedad se esconden discriminaciones que ponen barreras a las mujeres”, precisó. Villapolo resaltó que la discriminación de la mujer indígena es doble, aunque se ha constatado mayor dinamismo en la participación de la mujer indígena en espacios tradicionales señalados para mujeres. “Se tiene el vaso de leche, los clubes de madres, las secretarías de la mujer”, detalló.

Sin embargo, dijo que estas incursiones eran el principio para abrirse a otros espacios que conduzcan a ocupar cargos públicos, pero se encuentran con barreras que deben superar, incluso más que los varones. No obstante, aseguró, “los varones también están asumiendo el discurso de género”.
Villapolo resaltó el valor que dan las mujeres a los conocimientos, y en ese aspecto, reconocen las capacitaciones ofrecidas por Terra Nuova, que les ha permitido organizarse y plantearse nuevas ideas.

Cómo se entienden los roles de género

Las mujeres awajún y wampis aprecian la necesidad del diálogo y la compresión para alcanzar el buen vivir y un mutuo entendimiento para un objetivo común. “Es una comprensión que se da entre hombre y mujer, que se resume en la expresión: “antundayamu“, es decir, de un diálogo donde se busca escuchar a otra persona y entenderse”. De otro lado, Villapolo enfatizó que los celos son una barrera que “las mujeres tiene que enfrentar en el espacio familiar”.

“Cuando las lideresas salen a trabajar o viajan, el tema de los celos se evidencia más y también tiene que ver con el prestigio de los hombres frente al otro en el cuidado de la mujer”, explicó.

Recomendaciones

“Es importante seguir apostando y apoyando el proceso de análisis crítico y ético de los roles. Etico, entendido como la capacidad que tiene cualquier pueblo de analizar el proceso de desarrollo de los pueblos indígenas, relevando el aporte de las mujeres indígenas”, enfatizó.

A su turno, Alicia Abanto, adjunta de la Defensoría del Pueblo para pueblos indígenas, expresó su preocupación por las barreras que deben afrontar las mujeres para acceder a una educación bilingüe intercultural.

“El problema es la permanencia de las niñas y adolescentes indígenas y es importante resaltar la permanencia de las mujeres en estos centros”, manifestó.

Informó que la Defensoría visita centros poblados lejanos y ha encontrado casos donde el maestro no cumple su horario de trabajo porque se dedica a atender asuntos personales.

Abanto recomendó a las lideresas que formen parte de la vigilancia de estos temas que son de vital importancia para garantizar el acceso a la educación bilingüe.

Mortandad femenina indígena es cuatro veces más que en otros lugares

Mario Tavera, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF en inglés), dijo que no es fácil trabajar en estas zonas del país debido a la escasez de recursos y a los riesgos que implica trasladarse a estas zonas donde la exclusión tiene mayor incidencia.

Narró su experiencia de trabajo para UNICEF en el Río Santiago y dijo que los pueblos indígenas viven una doble exclusión.“El tema de la infancia en los pueblos indígenas es una de las grandes exclusiones, como lo es también la mortalidad de la población indígena, cuyas cifras son tres o cuatro veces más que el promedio nacional” señaló.

Asimismo, “el embarazo de las adolescentes llega a un cuarenta por ciento en muchos pueblos y comunidades indígenas”, indicó. Tavera dijo que se debe trabajar el tema de la mujer desde la infancia y mencionó algunas experiencias sobre el proceso participativo con las niñas de la zona de Santiago y Chachapoyas.

“Lo que más me ha impactado es el encuentro de las niñas de la zona sur de Condorcanqui, Santa María de Nieva con las chicas de Rodríguez de Mendoza. Descubrieron que estas chicas tenían sueños de realizarse como profesionales, mientras que el horizonte de las chicas de Santiago era ser mamás a los catorce años” relató.

Tavera recomendó trabajar más el tema participación de la mujer desde su condición de niña; y destacó que el embarazo precoz de las niñas indígenas es un tema central para la propia subsistencia de los pueblos indígenas.
“Las mayores tasas de la mortalidad en la mujer se dan en los pueblos indígenas y son tres o cuatro veces superior a los índices de mortalidad materna en el Perú” explicó.

El Estado debe poner cuotas de género porque en el acceso a actividades productivas predominan los varones. Por ejemplo, “en Condorcanqui el 99 por ciento de profesores son varones y el 95 que los que trabajan en puesto de salud también lo son”. Si logramos que el personal varíe y sean más mujeres, “la situación de los servicios de salud, en higiene, en dedicación, variará y cambiará para mejor.”

Por otro lado, el empleo de la mujer está relacionado con el exceso trabajo no reconocido de la mujer en el hogar. “Subsiste la percepción de que el trabajo remunerado es solo para los varones y el trabajo no remunerado para mujeres”. La especialista también sugirió involucrar a los varones en la crianza de los niños. “A aquellas cosas que se hacen en al hogar le incrementamos la participación de los varones, le ponemos el concepto de masculinidad y esto es posible, porque lo hemos trabajado con los varones de Río Santiago”.

Otro aspecto señalado por Tavera es las muchas formas de violencia que existe en las comunidades. “El problema es que no hay formas de canalizarla y muchas veces la Demuna (Defensoría Municipal del Niño y el Adolescente) actúa en complicidad con el agresor”.

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