Pese a que en febrero pasado el Gobierno ordenó la suspensión indefinida de sus actividades, la minera “Afrodita”, continúa realizando labores de exploración en la Cordillera del Cóndor.
Zebelio Kayap, presidente de la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa (ODECOFROC), denunció que la empresa sigue instalada en la base militar ‘Tambo’, en el Cenepa y que sus trabajadores ingresan por el lado ecuatoriano.
“Es una situación que no comprendemos por que el premier Javier Velásquez y el ministro de energía, Pedro Sánchez, informaron que Osinergmin había suspendido las actividades de Afrodita”, manifestó.
El dirigente de los pueblos awajum-huampis, acusó al gobierno aprista de tener un doble discurso respecto a la minera y de actuar a favor de la empresa. “Mientras ellos (el gobierno) sostienen que la minera canadiense Dorato Resources no interviene en el proyecto; la empresa afirma lo contrario”, indicó. Como prueba de ello, Kayap mostró una nota de prensa emitida por la minera canadiense a medios de comunicación extranjeros, donde informa que ya adquirió el 100 por ciento de las acciones de “Afrodita”.
Según el documento, la empresa canadiense oferta sus acciones en las bolsas de valores de las principales ciudades del mundo.Para Kayap, Dorato es una empresa extranjera que no puede realizar actividades en zonas de frontera.“Así lo establece el artículo 71 de la Constitución, por que para autorizar una inversión extranjera en la frontera, el Poder Ejecutivo debe emitir un decreto supremo que la declare de ‘necesidad pública’ y el gobierno no ha hecho eso”, concluyó. Sin embargo, las actividades de Afrodita se vienen desarrollando en la Cordillera del Cóndor, provincia de Condorcanqui, región Amazonas, territorio ancestral del pueblo Awajún y Wampis, sin la consulta ni el consentimiento de las comunidades indígenas.
Suspensión de Afrodita
El 17 de febrero, el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, indicó que la empresa Afrodita no pudo acreditar la propiedad sobre el terreno a ser explorado. Por esto, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN) procedió a suspenderla. En ese entonces, el presidente del Consejo de Ministros enfatizó que esta suspensión “tiene mucho que ver con la movilización que preparaban algunas comunidades indígenas en la zona de la Cordillera del Cóndor, con el propósito de mostrar su desacuerdo con las operaciones de esta minera”. Precisamente 52 comunidades indígenas desarrollaban una campaña contra la actividad de Minera Afrodita por poner en grave riesgo los ríos Cenepa y Marañón, afectando a más de trece mil pobladores indígenas que viven en la zona fronteriza con el Ecuador.
Pese a ello, luego de varios meses las demandas de la población todavía no son escuchadas y el gobierno actúa en complicidad con la empresa.
Parque Nacional Ichigkat Muja
Las demandas de las comunidades indígenas no se reducen a las actividades de Minera Afrodita. Desde hace más de diez años, ellas demandan se restablezca la ampliación e intangibilidad del Parque Nacional Ichikat Muja.Esta demanda se exteriorizó a los lamentables hechos de Bagua el año pasado, sin embargo, aun no se llega a un acuerdo concreto.
Según el último informe de conflictos mineros una de las causas de los últimos conflictos es el desplazamiento de las empresas mineras de las zonas de la sierra a las zonas de la selva, donde existen ecosistemas frágiles.
Precisamente, uno de ellos es la Cordillera del Cóndor en Amazonas, territorio ancestral del pueblo Awajún y Wampis.
El 2 de marzo, una delegación de líderes indígenas visitó la Defensoría del Pueblo y el Congreso para exigir el cumplimiento del acuerdo que firmaron con el gobierno, en el que se les prometió la creación del Parque Nacional Ichigkat Muja.
Como lo denunció la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa (ODECOFROC) el diseño original del Parque Nacional fue recortado en más de 80 mil hectáreas únicamente para favorecer concesiones mineras. Tal es así que existen 84 concesiones mineras sobre un área de extrema fragilidad ambiental y que es cabecera de cuencas de varios ríos que abastecen un territorio de gran biodiversidad y donde viven los pueblos indígenas Awajun y Wampis. Precisamente, el 5 de febrero se celebró en la comunidad de Huampami un acuerdo entre los representantes del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SENARP) y las organizaciones indígenas para gestionar la ampliación del Parque Nacional Ichigkat Muja.
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