Alertan sobre la vulnerabilidad de las comunidades campesinas y los impactos en la agricultura y la alimentación
Servindi – La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) afiliada al movimiento internacional Vía Campesina se prepara para movilizar a sus bases hacia la Cumbre Alternativa de los Pueblos Indígenas a realizarse en diciembre en Lima, Perú.
Como una de las organizaciones anfitrionas de la COP INCA (Indígena Campesina) a realizarse del 9 al 12 de diciembre de 2014 la CLOC – Vía Campesina de la Región Andina aportará al debate sobre el modelo capitalista y las múltiples amenazas del cambio climático global.
La Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 20) se realizará en diciembre en Lima y consideran que será una buena oportunidad para visibilizar las luchas de los pueblos indígenas y campesinos de la región Andina.
A comienzos de mayo se realizó la primera reunión con las organizaciones peruanas anfitrionas de la Cumbre Alternativa de los Pueblos Indígenas frente al Cambio Climático.
Participaron la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Confederación Campesina del Perú (CCP) y la Federación de Mujeres Indígenas, Campesinas, Artesanas y Asalariadas del Perú (FENMUCARINAP).
Las tres organizaciones integran el Pacto de Unidad de Organizaciones Indígenas que articula a las organizaciones indígenas nacionales del país y que además de la COP Indígena Campesina co-organizará la Marcha Global en Defensa de la Madre Tierra.
La reunión contó con la participación de Diego Montón, de la Secretaria Operativa de la CLOC-Vía Campesina y Marcelo Durao del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil.
Del 23 al 25 de mayo la Coordinación Política de la CLOC a nivel de la Región Andina se reunió en Bolivia para construir colectivamente una agenda para las acciones de incidencia hacia la COP 20.
Visión urbana del cambio climático sesga impactos en áreas rurales
La CLOC-Vía Campesina observó que existe una tendencia a relacionar el cambio climático con las poblaciones urbanas que sufren extremas olas de calor o frío, pero poco se le relaciona con los impactos en las zonas rurales, habitadas por poblaciones indígenas y campesinas.
Peor aún, algunas fuentes oficiales nacionales evitan hacer visible los estragos que conlleva el cambio climático en la alimentación y la agricultura.
En abril de 2014 el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) informó sobre la alta vulnerabilidad de los países andinos frente al cambio climático y los impactos que provocará en la producción de alimentos.
De acuerdo con el “Atlas de seguridad alimentaria, desastres y cambio climático” publicado por el PMA Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú enfrentarán graves amenazas a su seguridad alimentaria debido a los desastres naturales.
Las comunidades de bajos ingresos serán precisamente las que tendrán limitadas capacidades de respuesta frente a la mayor frecuencia e intensidad de los desastres naturales como sequías, inundaciones, granizo, tormentas, heladas y derretimiento de los glaciares.
Según el informe, en el Perú unos 190 distritos presentan “grave vulnerabilidad” y 673 “muy alta vulnerabilidad” frente al cambio climático, situación que derivará en un aumento de la población con necesidad de asistencia alimentaria.
En Bolivia, 148 municipalidades se encuentran en “grave vulnerabilidad” y 32 en “muy alta vulnerabilidad”, mientras que en Ecuador 389 parroquias (municipalidades) sufren “grave vulnerabilidad” y 586 “muy alta vulnerabilidad”.
La paradoja del cambio climático
CLOC-Vía Campesina destacó que resulta paradójico que los pueblos campesinos andinos, quienes menos han contribuyen al calentamiento global deben enfrentar los peores efectos del cambio climático.
Los pueblos indígenas y campesinos andinos e poseen prácticas ancestrales sostenibles que no perjudican a la Madre Tierra y se han caracterizado por mantener la producción de alimentos dentro de la capacidad de regeneración y reposición del planeta, lejos del actual modelo del agronegocio y las corporaciones.
La CLOC- Vía Campesina demanda que la deuda climática sea asumida por los países industrializados que provocan las múltiples crisis que se viven en la actualidad.
“La verdadera causa estructural de la crisis global es el sistema capitalista que depreda y compromete la reproducción presente y futura de nuestra Madre Tierra” indica la coalición internacional.
A medida que esta crisis se profundiza, las corporaciones avanzan contra los derechos de los pueblos, la democracia y la naturaleza, secuestrando los bienes comunes para beneficio del sistema financiero, concluye una nota de la CLOC-Vía Campesina.