8 y 9 de junio de 2013 – Yakarta, Indonesia
Nosotras y nosotros, la juventud campesina, miembros de La Vía Campesina, personas de diferentes, culturas y lenguas de más de setenta países de cinco continentes, nos encontramos en Jakarta, Indonesia para celebrar la III Asamblea Internacional de Jóvenes y el 20 Aniversario de La Vía Campesina.
Nosotras las y los jóvenes campesinos, que somos el presente y el futuro de la agricultura sustentable que puede sustentar al mundo y enfriar la Madre Tierra, hemos analizado y reflexionado en general sobre la dimensión político-económica a nivel mundial, expresamos una profunda preocupación sobre la actual crisis de desarrollo que está provocando la expropiación de las comunidades empobrecidas y marginalizadas, de la tierra, territorio el agua y los bienes forestales de los que dependen su sustento y su vivienda. Esto se traduce en un aumento de las expulsiones y los desplazamientos forzados de la juventud campesina, en un aumento del hambre y la pobreza.
Por lo tanto, con el fin de recuperar la dignidad de los campesinos y de la propia agricultura y de fomentar un concepto completo de soberanía alimentaria a través de la agroecología, nosotras y nosotros, jóvenes campesinos, seguiremos luchando contra:
El neoliberalismo, el capitalismo, y el imperialismo que dividen los pueblos y les impiden unirse y rebelarse al mismo tiempo que destruyen su soberanía como pueblos y naciones. Un patriarcado que oprime a las mujeres y autonomía de la juventud.
La agricultura industrial y el acaparamiento de tierras dirigido por las corporaciones transnacionales y los gobiernos nacionales y locales que destruyen los medios de vida y la herencia cultural campesina, y provocan el desplazamiento forzoso de la juventud campesina de las áreas rurales.
Todo tipo de tratados de libre Comercio (TLC’s) incluyendo los Acuerdos de Partenariado Transnacional (APT), los Acuerdos de Asociación Económica así como las políticas agrícolas impuestas por la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Banco Mundial (BM), que destruyen la base de la agricultura que provee a las comunidades locales de alimentos seguros, sanos y apropiados culturalmente y viola el derecho de los pueblos a planificar y controlar su sistema alimentario.
Los Organismos Genéticamente Modificados (OGM’s) y las patentes sobre las semillas, especies y la diversidad biológica.
La privatización de los bienes naturales como el territorio, la tierra, los bosques, y el agua que fuerza el desplazamiento de los campesinos y pueblo originarios poniendo en riesgo su sustento.
Exigimos a los estados y a los gobiernos el reconocimiento, el cumplimiento y la regulación de la Soberanía Alimentaria en las constituciones de todos los países como un derecho fundamental de las personas. También reclamamos a las organizaciones y autoridades implicadas y responsables que:
Pongan en funcionamiento la Soberanía Alimentaria a través de la implementación de una reforma agraria integral, agroecológica y popular sobre la pesca, el pastoreo y la silvicultura, para asegurar un acceso igualitario a los bienes naturales para los jóvenes, especialmente para las mujeres jóvenes.
Pongan fin al acaparamiento y reconversión de tierras en nombre del desarrollo del modelo de la “Economía Verde” de la producción agro-alimentaria, de los agro-combustibles y del monocultivo, que son las causas estructurales del cambio climático y de la crisis energetica.
Protejan y promuevan las semillas tradicionales, y los conocimientos y la sabiduría de nuestras comunidades campesinas.
Promuevan un modelo en favor de las personas, dirigido por los campesinos y acorde con el modelo agroecológico e indígena.
Aseguren el acceso de los pobres y de los marginados al mercado y un precio justo para sus productos manteniendo a la OMC alejada de la agricultura.
Aseguren un acceso de los jóvenes a un futuro seguro, tanto en las áreas rurales como en las urbanas y promuevan oportunidades de empleo sostenibles para los jóvenes para reducir la migración hacia las ciudades.
Cesen la criminalización de la protesta, la represión de los movimientos sociales, los asesinatos, exterminios de jóvenes campesinos y que respeten los derechos humanos y a sus defensores, condenen la militarización que está empeorando las condiciones de vida de los pobres en nuestras regiones. Establezcan un sistema educativo que apoye a la juventud que quieran ser campesinos.
Dediquen más presupuesto a los sectores agrícolas para apoyar a la juventud en la producción, educación en el campo, acceso a la tecnología en la zona rural.
Den espacio para que haya representación de los jóvenes en el liderazgo y crear un entorno propicio para empoderarlos y apoyarlos de modo que puedan probar que la juventud pueden traer el cambio a la agricultura.
Ante este nos comprometemos:
Crearemos solidaridad entre las regiones que están poniendo en práctica modelos alternativos frente al neoliberal, de acuerdo con los principios de complementariedad y cooperación para superar la desigualdad social.
Haremos una formación política accesible para jóvenes, educación popular y práctica sobre agricultura campesina y agroecológica.
Promoveremos la comunicación entre jóvenes de diferentes organizaciones y el fortalecimiento y la creación de redes de comunicación alternativas, políticas, popular, creativa y transformadoras.
Fortalecer la coordinación de las actividades de los jóvenes a nivel regional y a nivel global.
Formación y participación política de la juventud en las organizaciones y protagonismo real.
Articularemos las relaciones y las alianzas políticas, sociales y culturales entre la juventud del campo y de la ciudad, por la vuelta a la tierra, por una transformación y un cambio social
Fortaleceremos y crearemos los espacios de formación política y técnica, de producción agroecológica, mercados locales con justicia social.
Nos solidarizamos con todos los pueblos en resistencia y lucha por sus derechos a la vida y a su libertad, en cualquier parte del mundo.
¡Por la Soberanía Alimentaria, la juventud de La Vía Campesina en lucha!