Por Jahvé Mescco*
Servindi, 23 de agosto, 2011.- A ocho días del inicio de la marcha en defensa del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), cerca de mil 500 indígenas continúan la caminata. Ello, pese a las acusaciones del presidente Evo Morales de vínculos de los dirigentes con los Estados Unidos, y la falta de disposición para el diálogo del Gobierno, que señaló que no negociará la paralización de la construcción de la carretera.
Ayer lunes, a través de un comunicado, la Secretaría de Estado de EEUU, en La Paz, negó algún tipo de apoyo a los marchistas del TIPNIS, que protestan en oposición a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
“La Embajada de los Estados Unidos, como cualquier otra misión diplomática en Bolivia y en el mundo, mantiene diálogo con los diversos sectores de la sociedad boliviana. Este diálogo es el trabajo cotidiano de la diplomacia; y es usual y apropiado”, refirió el documento. Como se sabe, el mandatario denunció este hecho el domingo pasado durante una entrevista en medios de comunicación estatales.
Morales mostró copias formales expedidas por la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, de registros de las llamadas telefónicas efectuadas por personeros de la Embajada estadounidense con los dirigentes Adolfo Chávez, de la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB); y Rafael Quispe del Consejo Nacional de Ayllus y Marchas del Qullasuyo (CONAMAQ), y el diputado oficialista Pedro Nuni.
El mandatario, sugirió que el apoyo de Washington a los marchistas se concretan por vía de la agencia de cooperación estadounidense (Usaid). Para aclarar el caso, Morales ordenó a la Cancillería boliviana citar al Embajador de EEUU en funciones, el Encargado de Negocios en este caso, para aclarar la razón y causa de los contactos con los dirigentes de la marcha que confronta su política de carreteras.
Por su parte, Lázaro Taco, integrante del CIDOB, culpó ayer al presidente de bloquear toda ayuda humanitaria a la marcha, por sus acusaciones. “Ha atemorizado al país, a la gente solidaria que estaba pronunciándose para esta manifestación. Pero queremos decirle a la población que lo único que estamos haciendo con la marcha es respetar lo que ya está constitucionalizado”.
Sin diálogo
La marcha indígena partió a las 06.30 de la mañana del lunes 22 desde San Ignacio de Moxos hacia la sede de gobierno, tras esperar en vano durante tres días la llegada del presidente Evo Morales para iniciar el diálogo. Lázaro Tacó manifestó que la marcha salió entre luto y dolor pero con coraje a pesar de las críticas duras del gobierno nacional y el frío porque las bases están decididas a llegar a La Paz.
“La marcha está saliendo porque un ministro ha dicho que las puertas del Palacio (Quemado en la ciudad de La Paz) están abiertas. Ha pedido que vaya una comisión, pero los marchistas han dicho: si las puertas están abiertas iremos todos (hasta el palacio) y no sólo una comisión”, afirmó Tacó.
Durante la jornada de ayer, los marchistas avanzaron unos 20 kilómetros hasta llegar a Puerto de San Borja, a orillas del río Apere, donde acamparon. Los dirigentes indicaron que el único interlocutor válido para el diálogo es el presidente. Sin embargo, Morales volvió a rechazar la convocatoria y sostuvo que la protesta tiene intereses sectoriales y desestabilizadores para su gobierno.
En Puerto de San Borja, una comunidad de unas 60 familias recibió con vivas a los marchistas. “Estamos con ustedes y los ayudaremos en lo que podamos”, prometió Roberto Salvatierra, dirigente de esta región. Se oyó algunos estribillos como: “¡Viva la octava marcha histórica!”, “¡Viva la defensa del Parque Nacional Isiboro Sécure!” y “¡Abajo la carretera!”.
“Para nosotros ha sido un hito llegar a San Ignacio y salir de ella, porque todos pensaban que iban a frenar la marcha en San Ignacio, pero no fue así. Ahora seguimos y no pararemos hasta La Paz”, indicó el diputado oficialista Pedro Nuni en tono optimista. La marcha fue resguardada por cerca de 100 policías durante los primeros 3 kilómetros.
Durante la caminata, los indígenas portaron cintillos negros en homenaje al niño Pedro Moye Nose, que falleció el domingo tras el accidente que sufrió el jueves 18 durante la marcha. La protesta se inició el lunes 15 de agosto desde Trinidad y pretende llegar en un mes a La Paz.
Cabe señalar, que ayer en San Ignacio, una comisión del pueblo Ayoreo, de alrededor de 50 integrantes, se retiró de la caminata. Según el representante de la ayoreos, Arturo Chiquine, los niños y las mujeres empezaron a enfermarse por las bajas temperaturas y dijo que no contaban con apoyo logístico de la CIDOB.
Gobierno no negociará
En conferencia de prensa, el presidente Evo Morales descartó ayer los puntos fundamentales del pliego petitorio de la Cidob. Señaló que no negociará la paralización de la construcción de la carretera Villa Tunari (Cochabamba) San Ignacio de Moxos?(Beni) ni paralizar todas las actividades hidrocarburíferas en el Parque Nacional Aguaragüe (Tarija).
“Lo que nos piden es paralizar todas las actividades hidrocarburíferas. Eso significa no exportar gas, no extraer petróleo. Eso no se negocia. Dicen que retiren las maquinarias, el campamento, el personal. Eso no se va a negociar porque se dejaría a gente sin trabajo. Nos piden anular leyes, decretos que permiten la construcción de caminos. ¿Quién va a negociar eso? Eso es ir en contra de todo el pueblo boliviano” afirmó Evo.
El Presidente recordó que de las 64 comunidades que tiene la zona del Tipnis por donde deberá atravesar uno de los tramos de la vía, solo representantes de 20 comunidades participan en la marcha que se dirige hacia La Paz. “Este ausentismo quiere decir que existe apoyo en la construcción de la carretera”. Agregó que en Cochabamba diez comunidades indígenas están a favor de la obra.
El dignatario enfatizó que Bolivia vive del gas y adelantó que la comisión ministerial enviada para propiciar el diálogo no accederá a exigencias que vayan contra el progreso. Sin embargo, resaltó que si el pliego contiene peticiones de reivindicaciones sociales, los ministros estarán dispuestos a debatir.
Por su parte, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, acusó a la marcha indígena de boicotear el funcionamiento del Gobierno. Sostuvo que a estas alturas la oposición a la construcción de la carretera por el Tipnis es un pretexto indígena para forzar una serie de demandas en contra el funcionamiento del Gobierno a través de una plataforma de 16 puntos.
“Esa situación confirma los móviles políticos que cuando menos requieren un esclarecimiento de parte de los líderes de la marcha, porque en primera instancia se dijo que defendían el hábitat de las comunidades dentro el parque natural, pero luego surgió la oposición total a los caminos”.
Advirtió que las peticiones buscan partir la columna vertebral del financiamiento del gobierno con la suspensión de actividades petroleras y consideró un error de la movilización plantear la defensa de la madre tierra y luego pedir transacciones directas a través del Fondo Verde que son los “bonos de carbono”, en una línea opuesta a la política del Estado.
Respaldo
Desde el inicio de las protestas, diversas organizaciones y colectivos se han sumado al pedido de los originarios y les brindan ayuda. Así, con el objetivo de recaudar alimentos, medicamentos, vituallas y dinero para los marchistas, jóvenes indígenas que residen en la ciudad de Santa Cruz realizarán una movilización este martes 23, que partirá de la sede de la CIDOB y concluirá en la plaza 24 de Septiembre.
Por otro lado, el presidente de la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC), Otto Chiqueno, manifestó que si el presidente no baja hasta el lugar donde se encuentre la marcha para dialogar, iniciarán un bloqueo de la carretera en la zona de Pailón. Explicó que el próximo miércoles se reunirán en una asamblea y se fijará la fecha de inicio del bloqueo en apoyo a los marchistas.
El dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, exigió a Morales y al vicepresidente Álvaro García dialogar con “nuestros hermanos indígenas” que marchan para encontrar soluciones a sus demandas. “No queremos llegar y no nos obliguen a llegar más allá. En cualquier momento vamos a empezar a convocar a nuestro ampliado nacional y ahí muchas cosas vamos a debatir”.
No obstante, algunos colectivos se oponen a la medida, como la Central Obrera Departamental (COD) de Cochabamba, que advirtió con la realización de una “gran marcha” o un paro cívico en apoyo a la construcción de la ruta. En tanto, los cocaleros del trópico pidieron a los indígenas suspender la marcha. Para evitar el avance no descartan alcanzar la movilización y convencerlos sobre la importancia de la vía.
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* Con información de Erbol, Diario Los Tiempos, Opinión Bolivia, La Razón y Radio FM Bolivia.
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