“¿Cómo el Estado Chileno puede hablar de Educación Intercultural si no reconoce los más mínimos derechos humanos de los pueblos indígenas?”
Fabián Flores, editor de ISEES
*Maxim Repetto es Docente e investigador del Instituto Insikiran de Formación Superior Indígena, de la Universidad Federal de Roraima[1] – Brasil- y tiene una vasta experiencia de trabajo junto a los pueblos indígenas de la región. Maxim conversó con ISEES sobre su experiencia de trabajo en Roraima, sobre las políticas de educación superior para indígenas, y sobre el próximo encuentro de investigadores y dirigentes en el Grupo de trabajo “Educação e Conflito Intercultural na relação entre Povos Indígenas e Estados Nacionais”, que acontecerá entre el 15 y 18 de Agosto, en la ciudad de Boa Vista, capital del Estado de Roraima (RR).
FABIÁN FLORES: ¿Cuál es el propósito del Grupo de trabajo?
MAXIM REPETTO: Posibilitar un espacio de debate y reflexión sobre los diversos sentidos y significados que el tema de la interculturalidad propicia, en especial en la gran región Amazónica y de forma mas amplia para América Latina. Buscamos posibilitar un encuentro de investigadores, profesores y estudiantes que trabajan este tema, de forma a intercambiar ideas y trabajos innovadores al respecto.
FF: ¿Cuál es la reflexión que fundamenta el título del Grupo de trabajo?
MR: Que la interculturalidad no es un campo de estudio neutro, sino al contrario, es un término que se refiere a la histórica relación entre pueblos indígenas y Estados Nacionales. Relación que surge en un contexto de dominación colonial y que se proyectó en los Estados Nacionales de forma a mantener situaciones de dominación y exclusión de los pueblos indígenas en relación a los procesos hegemónicos de construcción de los Estados. Así, la interculturalidad no puede ser vista apenas como un diálogo entre culturas, sino como un campo de relaciones conflictivas, tanto en relación los aspectos semánticos y epistemológicos, como políticos y sociales. Defendemos la idea de que la interculturalidad no puede ser vista apenas como un dialogo entre culturas, pues esta visión termina siendo “angelical”, como define Jorge Gasché. Este concepto y campo de estudios debe considerar el conflicto inherente a las relaciones sociales, no podemos hablar de interculturalidad y dejar fuera del debate las condiciones materiales para que esta exista, que en el caso de los pueblos indígenas significa reconocimiento efectivo de los derechos humanos e sociales.
FF: En el ámbito de la educación ¿Qué caracteriza y cómo se expresa el conflicto intercultural en la relación entre pueblos indígenas y estados nacionales? ¿Es esto algo recurrente en los países latinoamericanos? ¿Cómo se expresa en la región amazónica y en el caso brasileño?
MR: La educación no puede ser vista como un campo de estudios neutro, en ella se manifiestan los conflictos que a sociedad ha construido, esto queda claro al analizar los programas curriculares y los contenidos en ellos definidos. Por ejemplo al analizar la presencia indígena en los libros escolares podemos apreciar que muestran “verdades” históricas y “culturales” definidas pelos grupos dominantes en cada país. Muchas veces folclorizan la presencia de pueblos indígena y afrodescendientes, sin reconocer las situaciones de opresión a las que son injustamente subordinados por todo el aparato ideológico, político y militar de los Estados. Es el caso de los Mapuche en Chile, que son tratados por una ley antiterrorista de tiempos de Pinochet, ley que criminaliza a las organizaciones tradicionales que tienen justos pleitos por el reconocimiento de sus territorios y cultura. La pregunta es: como el Estado Chileno puede hablar Educación Intercultural si no reconoce los más mínimos derechos humanos de los pueblos indígenas. Entonces cuando hablamos en educación intercultural debemos tocar también en este punto de las relaciones sociales y políticas de los pueblos. La interculturalidad viene para discutir estas relaciones de poder. En este sentido la educación intercultural se propone traer para dentro de la educación este debate sobre ejercicio de derechos y de ciudadanía, para que no queden apenas como discursos falsos y sin sentido práctico. La educación intercultural debe tener una visión sobre derechos, o sea justicia.
Lamentablemente esta situación, que en Chile es muy crítica también se ve en otros países de América Latina.
En el caso específico de Brasil y en especial de la Amazonía brasileña, este debate en defensa de una educación intercultural ha sido un movimiento desde las bases sociales, no desde el Estado, este último ha venido reconociendo derechos, en la Constitución Federal y en las leyes sobre educación, pero todavía hay mucho que hacer para que este debate deje de ser abstracto y realmente pueda orientar la vida y relaciones entre las personas.
El trabajo de Insikirán en Roraima
FF: Cuéntanos sobre las principales agendas y demandas de las comunidades indígenas en Roraima respecto a la educación superior
MR: Roraima es un estado amazónico de la Federación Brasileña que queda en el extremo norte, en la frontera con la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativista de Guyana. Es una región que una amplia población indígena, de diferentes familias de lenguas (Karibe, Aruak, Yanomami) y donde se ha sufrido una gran violencia por la expansión de las fronteras capitalistas (agropecuaria, extrativismo vegetal, animal y mineral), además de grandes proyectos de desarrollo (hidroeléctricas, grandes minas, carreteras transamazónicas, etc.). Todo esto ha hecho que el movimiento indígena haya construido una agenda muy activa en defensa de sus derechos. En este contexto las organizaciones indígenas han levantado una serie de reivindicaciones en el sentido de formar a las nuevas generaciones para enfrentar estas nuevas situaciones que se viven en las tierras indígenas, que se ven afectadas por la reducción de selva o bosque aptas para realizar agricultura, aumento poblacional, reducción de los animales de caza y pesca, y de forma amplia: mayor presión sobre el medio ambiente.
FF: ¿Como ha respondido el gobierno brasileño a estas demandas? ¿Cómo se inserta en este contexto el trabajo de la Licenciatura indígena intercultural de la UFRR, implementada desde el 2003?
MR: La universidad Federal de Roraima creo el Instituto Insikiran de Formación Superior Indígena en 2001 y viene trabajando en la formación superior de indígenas. En julio de 2003 comenzó el curso de Licenciatura Intercultural, en 2009 comenzó el curso de Gestión Territorial Indígena y se discute en la actualidad un curso para formación en el área de salud. El gobierno poco a poco ha ido abriendo espacios y líneas de financiamiento para estas iniciativas, que son recientes pero que han causado un impacto en la sociedad. Nuestro curso de formación de profesores indígenas fue el primero en una universidad federal en Brasil, el segundo en Brasil, mientras en la actualidad ya son 24 cursos de esta naturaleza en Brasil. Esto muestra el interés y esfuerzo que se ha colocado en estas iniciativas.
FF: Retomando el título del GT ¿Existe algún conflicto o tensión intercultural en el caso del programa de Licenciatura intercultural de la UFRR?
MR: Pensamos que el conflicto intercultural es inherente a la sociedad, y dentro de las universidades se reproducen estos conflictos, que se manifiestan en posiciones académicas o políticas. Creo que el mayor conflicto interno en la actualidad es por la definición de los programas curriculares, por la definición de que debe ser estudiado en las escuelas indígenas, como deben ser tratados estos temas. Este es un debate académico y al mismo tiempo político. Creo que lo que venimos haciendo es debatir estos temas, explicitar sus alcances, visibilizar el conflicto, para a partir de ahí poder buscar alternativas y caminos nuevos en el sentido de buscar respuestas para las demandas de las comunidades indígenas.
FF:¿De qué manera se ha trabajado el conflicto desde el Instituto Insikirán? ¿Qué papel tienen las comunidades y organizaciones indígenas de la región (Roraima) al respecto?
MR: Las principales organizaciones indígenas de Roraima hacen parte del Conejo del Instituto Insikiran y es en esta instancia donde se discuten los rumbos de la educación y de la formación de profesionales indígenas. Este dialogo es muy importante pues las organizaciones tienen mucho a decir, nos orientan y corrigen cuando es necesario. Este dialogo ha mostrado momentos de gran participación indígena, aunque también hay momentos con menor participación de las comunidades, depende de los temas y las pautas de cada uno. La universidad aunque dialoga con las organizaciones indígenas y órganos de gobierno, es un centro que debe buscar su autonomía para producción de conocimiento. Pensamos que el dialogo es una forma de buscar alternativas al conflicto. Y resaltamos que el problema del dialogo es que no siempre estamos dispuestos a escuchar o a aceptar las posiciones de los demás. El dialogo debe surgir a partir de un ejercicio de auto-crítica, para luego poder evaluar otras propuestas y el proceso de construcción colectiva y participativa. Así creo que buscamos superar el dialogo ampliando los espacios de participación en la tomada de decisiones.
FF: En casi una década de trabajo del Instituto Insikirán con las comunidades indígenas de la región, ¿Cuáles son los principales resultados y las lecciones aprendidas? ¿Cómo evalúas el vínculo que se ha ido generando con las comunidades y organizaciones indígenas a partir del trabajo realizado?
MR: El impacto lo hemos visto poco a poco en la medida que ha aumentado el número de profesores que han pasado por aquí. Hoy ya se graduaron tres generaciones, totalizando más de 120 estudiantes. El impacto concreto lo vemos en las propuestas que las escuelas vienen levantando, cuestionando los planos oficialistas que muchas veces solo alienan a los estudiantes indígenas, los trabajos de conclusión de curso nos han dado una muestra de esto, así como los proyectos escolares que vienen siendo desarrollados. Entre los aprendizajes creo que podemos destacar algunos: a) es muy importante el dialogo abierto y claro con las comunidades, propuestas pedagógicas que no dialogan con las comunidades y sus demandas encuentran mucho problema; b) necesitamos profundizar las investigaciones para buscar esas formas nuevas y libertadoras, eso implica tener un marco teórico y metodológico claro y crítico; c) los profesores formadores deben tener un papel activo en la orientación de los trabajos de sus estudiantes, para poder profundizar los debates y estudios, así como para buscar proyectos y líneas de financiamiento posibles de apoyar el trabajo en las escuelas y comunidades indígenas.
FF: ¿Cuáles son los principales desafíos en el corto, mediano y largo plazo para mejorar las políticas de educación superior indígena en Roraima?
MR: En primero lugar el gobierno del estado de Roraima necesita tomar mas a serio este trabajo y digo esto, porque en los últimos gobiernos regionales ha habido muchos problemas de corrupción y desvío de recursos, lo que afecta directamente a las comunidades, sin este esfuerzo y honestidad de los gobernantes es muy difícil que el sistema escolar, que depende de los gobiernos locales funcione. A medio plazo es importante investigar mucho mas sobre como dialogar con las comunidades, como dialogar con los conocimientos de los pueblos indígenas y como, a partir de ahí, poder construir nuevas propuestas educativas. A largo plazo, es necesario líneas de financiamiento estables y fuertes, que vengan a investir esfuerzos en la formación superior indígena.
FF: ¿Cuáles son los principales desafíos del trabajo del programa de Licenciatura intercultural en Roraima? ¿Y los del Instituto Insikirán con las comunidades indígenas?
MR: Creo que nuestro principal desafío hoy en día es llegar más a las comunidades en las bases, poder estar mas cerca de las bases, poder escuchar mejor las reivindicaciones de las comunidades y entender sus problemas, para poder, junto con ellos, discutir alternativas que traigan mejorías en sus condiciones de vida. Este desafío es compartido por el Instituto Insikiran y por la Licenciatura Intercultural. La licenciatura tiene un gran desafío de apoyar los debates para construcción de propuestas curriculares que respondan a los deseos de las comunidades y que al mismo tiempo, puedan dialogar con el conocimiento acumulado por la humanidad. Por su parte el Instituto Insikiran necesita fortalecer los espacios ya conquistados dentro de la universidad pública, para levantar este debate y dar visibilidad a estos estudios, para de esta forma convertirse en un centro de referencia para la formación superior indígena en Brasil
[1] El Instituto Insikiran se creó en Diciembre del año 2001, con el propósito de promover e incentivar la formación de estudiantes indígenas en la Universidad Federal de Roraima, a través de diversas acciones, destacándose el programa de Licenciatura indígena intercultural, que busca formar profesores indígenas. Insikirán se conforma en alianza con representantes de pueblos indígenas, de organizaciones sociales y del Estado. Para más información, visitar la website del Instituto, http://www.insikiran.ufrr.br/
http://isees.org/index.php?option=com_content&view=article&id=296:icomo-el-estado-chileno-puede-hablar-educacion-intercultural-si-no-reconoce-los-mas-minimos-derechos-humanos-de-los-pueblos-indigenas-&catid=11:entrevistas&Itemid=15