Domilto Inaruri Karajá, de São Felix do Araguaia, MT, representou os Povos Indígenas do Brasil na 4ª sessão de Mecanismo de Especialista em Direitos dos Povos Indígenas da ONU, em Genebra, encerrada sexta-feira, dia 15. Abaixo, seu discurso:
“Nosotros los pueblos indígenas de Brasil, que somos 230 pueblos indígenas y 180 lenguas distintas, y tambien los pueblos indígenas aislados y un total de 650 000 habitantes indígenas en Brasil vemos como última esperanza de hacer efectivos nuestros derechos reconocidos nacionalmente en la Constitución de Brasil e internacionalmente en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los pueblos indígenas y la Convención 169 de la OIT la intervención de la plataforma que este mecanismo representa.
La Constitución de 1988 contiene 18 artículos que garantizan los derechos de los pueblos indígenas y reconoce las tierras tradicionales. El Estado brasileño ha adoptado el derecho internacional pero no aplica los derechos de los pueblos indígenas, como los artículos 18, 19, y 32 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los pueblos indigenas, negando asi el derecho de consulta a los pueblos.
Cuando se realizan audiencias públicas para formalizar un proyecto, como en el caso de Belo Monte, simplemente se expone el proyecto sin consultar a los pueblos indígenas, violando asi sus derechos fundamentales. Actualmente hay 10 acciones del Ministerio Público Federal contra el gobierno; sin embargo, el Instituto Brasilenho del Medio Ambiente y de Recursos Naturales renovables, o IBAMA, a autorizado la instalación de la hidroeléctrica de Belo Monte. No se esta teniendo en cuenta la posición de las Organizaciones Indígenas y asi están en contra de sus derechos en relación a un proyecto que tiene un gran impacto social y ambiental irreversible y que obliga el desplazamiento a cerca de 25 mil indígenas de cuatro grupos linguisticos y grupos indígenas en aislamiento voluntario, además de millares de habitantes de la zona fluvial, mineros, y agricultores familiares, asi como poblaciones urbanas en la ciudad de Altamira, en el estado del Para.
Esta hidroeléctrica es parte de un movimiento de desarrollo económico que inundara 400 mil hectáreas de selva y afectara directamente 40 mil indígenas y poblaciones locales. El Belo Monte tiene como finalidad explorar intensivamente todas las riquezas del suelo y subsuelo que la selva amazona ofrece, como recursos forestales, minerales, e hídricos para atender a las demandas internacionales y expandir el agronegocio, teniendo como efecto directo el exterminio de la mayor reserva de biodiversidad mundial. La constitución de Brasil garantiza los derechos de los indígenas, pero su aplicación es negada por el Estado. Lo mismo ocurre con el derecho internacional, el cual Brasil reconoce pero no respeta.
Las violaciones de los derechos humanos de los pueblos indígenas fueron denunciadas a la Comision Interamericana de Derechos Humanos; sin embargo, no se ha parado el proyecto de Belo Monte. Brasil atropella los derechos humanos de los pueblos indígenas, no los consulta para preparar proyectos de ley, y no asegura una participación de los lideres indígenas para alcanzar un consenso sobre los proyectos de ley que los afectan. Los lideres indígenas que trabajan para defender los derechos internacionalmente reconocidos a los pueblos indígenas sufren acciones legales en su contra de la parte de particulares motivados por el conflicto de tierras. El gobierno brasileño a aprobado en el congreso el código ambiental y forestal, a pesar de las protestas de los pueblos indígenas contra este proyecto de ley que afecta, directamente e indirectamente, su hábitat natural. Recientemente durante el Foro Permanente sobre la Cuestiones de los Pueblos Indigenas, el gobierno brasileño bloqueo la participación de indígenas brasileños para evitar que estos denuncien las violaciones a sus derechos humanos por la parte del gobierno. Recomendamos la aplicación de la Declaracion de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos indígenas para exigirle al gobierno brasileño que garantize el derecho a una consulta previa, libre, e informada.
Muchas gracias señor presidente.
Domilto Inaruri Karajá
Representando INY MAHADU COORDENAÇÃO ( ORGANIZAÇÃO KARAJA)
Cacique da Aldeia Teribre”
Muito louvável a atitude do Cacique Domilto Inaruri Karajá que sózinho foi até a ONU e denunciou essa atitude condenável do Governo Federal em invadir terras indígenas para construir a Hidrelétrica de Belo Monte no rio Xingu, Sul do Estado do Pará que mostra total desrespeito pela alimentação sadia das quatro ou cinco aldeias indígenas que tem no rio Xingu sua única fonte de proteínas diárias.
Hoje a FUNAI não representa mais nenhuma Nação Indígena por que como o Presidente do IBAMA estão cumprindo ordens do Governo Federal e não representam mais seus ideais de representatividade dos brasileiros. Suas atitudes são todas pré estipuladas pela presidência do Brasil.
As Nações Indígenas como Povos Originais da terra do Brasil tem por direito na Constituição do Brasil o respeito e o apreço e necessitam ser previamente consultados quando alguma construção governamental passa pelas terras que eles usam para sobreviver.
Te aplaudimos de pé, Cacique Domilto Inaruri Karajá.
Prezados (as), muito bem colocadas as palavras do nosso parente Domilto Karaja. Isso é que tem ser feito, sempre denunciar as violaçoes dos nossos direitos, direitos indigenas. O Brasil, não respeita os direitos da maioria, incluindo os indigenas. Desrespeita até mesma a propria constituição que rege o nosso país. Parabens, parente.