Exigen derogación del reglamento que permite el cultivo de transgénicos y respaldan moratoria al ingreso de organismos genéticamente modificados en el Perú.
Denuncian que en México y Argentina los transgénicos causaron dependencia económica, desplazamiento forzado y perdida de la cultura alimentaria.
Los pueblos indígenas andinos y amazónicos hemos heredado al mundo nuestros conocimientos y tecnologías para la domesticación y aprovechamiento de especies como el maíz, la papa, la yuca, el algodón y la quinua y somos los gestores de una gastronomía que apunta a ser Patrimonio de la Humanidad. La autorización para el cultivo de transgénicos, aprobado el 15 de abril a través del Reglamento Sectorial sobre Biotecnología, desconoce el derecho del pueblo peruano a preservar este legado económico y cultural.
“En Ayacucho promovemos una propuesta de mejora nutricional en base a productos andinos que permitió a las comunidades quechuas de Vilcashuamán recuperar 125 variedades de papas nativas, 13 de olluco, 12 de mashua, 17 de oca, 20 de maíz, 86 de frijol, 44 de haba y 185 tipos de plantas medicinales y aromáticas. Sin embargo, la entrada de semillas transgénicas favorece la instauración de un sistema de producción orientado a la dependencia de semillas y alimentos que desplazará a nuestra cultura, conocimientos y tecnologías tradicionales” explica Tarcila Rivera Zea, directora de CHIRAPAQ Centro de Culturas Indígenas del Perú y presidenta del Foro Internacional de Mujeres Indígenas FIMI, que agrupa a mujeres indígenas activistas de diversas partes del mundo.
“Exigimos la derogatoria del Decreto Supremo 003-2011-AG y respaldamos la propuesta de moratoria presentada por el poder legislativo e instamos a las organizaciones indígenas y campesinas del ande y la amazonía a unirse en esta lucha” señaló. Rivera convoca además, a la población peruana para apoyar posiciones a favor de la preservación de la biodiversidad como la del reconocido chef Gastón Acurio y pide al ministro del ambiente, Antonio Brack, a seguir firme en la defensa de la biodiversidad.
En México el pueblo maya, conocido como la civilización del maíz, pasó a depender de los transgénicos importados de Estados Unidos porque la contaminación genética extinguió un porcentaje significativo de las más de 300 variedades de ese cultivo. En Argentina la desnutrición severa está matando a la niñez y mujeres indígenas del pueblo Toba y otros pueblos quienes han sido desplazados de sus territorios por la expansión de los cultivos de soya transgénica. “Debemos aprender de las lecciones que otros países nos han dado sobre los impactos negativos de la agricultura transgénica”, puntualiza.
El Convenio sobre Diversidad Biológica en su artículo 8J y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual OMPI, incluye el conocimiento y la biodiversidad desde la perspectiva de los pueblos indígenas como parte de sus derechos. “Nuestros pueblos no pueden quedar al margen de esta discusión que les compete. Es obligación nuestra y de todos y todas los peruanos y peruanas el defender lo que nuestros ancestros nos legaron y no permitir su extinción” indica.
CHIRAPAQ Centro de Culturas Indígenas del Perú es una asociación indígena que desde hace 25 años promueve la afirmación de la identidad y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas con miras a la construcción de una sociedad más justa, democrática e intercultural. Es parte del movimiento indígena internacional que incide en la construcción de políticas, principalmente en el sistema de la ONU.