Perú: Organizaciones indígenas y campesinas se unen en defensa del territorio

Motivados por fortalecer la defensa del territorio, cinco de las organizaciones indígenas y campesinas más representativas del país formaron el Pacto Nacional de Organizaciones Andinas, Amazónicas y Costeñas. Juntas representan casi la totalidad de las regiones del Perú dado las diferentes bases regionales, provinciales, distritales y comunales que las conforman.

Lo integran la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), la Confederación Campesina del Perú (CCP), la Confederación Nacional Agraria (CNA), laConfederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (Conacami) y la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap).

Servindi conversó con Magdiel Carrión Pintado, presidente de Conacami para saber más acerca de este proceso, así como de los avances y proyecciones de la organización que lidera.

Carrión es un reconocido lider norteño, en virtud a su desempeño como ex Presidente de la Federación Provincial de Ronderos y Campesinos de Ayabaca y su ardua lucha contra el proyecto minero Río Blanco, en la región Piura.

Fue elegido como el nuevo presidente de la Conacami para el periodo 2010-2012 y es un descendiente de los guayacundos, etnia que se enfrentó al incanato en su afán expansionista.

– ¿Cómo surge la idea de formar una organización que agrupe a las principales organizaciones indígenas y agrarias del país?

La idea de hacer un Pacto Nacional de Organizaciones Andinas, Amazónicas y Costeñas nace porque vimos que el territorio es el tema eje de nuestro trabajo. Todos vemos que dentro de ese aspecto se está violando los derechos fundamentales de las personas, se expropia los territorios, tierras comunales o de indígenas por las empresas y por el Estado.

Hace algunos meses que trabajamos la idea y luego Conacami encabezó una convocatoria a nivel local, regional y nacional para determinar nuestra participación hacia el exterior desde de nuestras organizaciones, tanto de CCP, CNA, Aidesep, Conacami y Onamiap. Posteriormente, tuvimos una primera reunión donde limamos asperezas y clarificamos las cosas.

En un principio la coordinación se le dio a Conacami hasta formalizarnos. Tenemos un acta de conformación y en breve vamos a trabajar los estatutos para posicionarnos y representar a nivel nacional e internacional todos nuestros acuerdos hacia las instancias del estado o entidades privadas.

– Además del territorio, ¿cuáles serán los temas puntuales que trabajarán como Pacto?

Identificamos que nos une nuestra labor a favor del territorio y la defensa de los campesinos, y pueblos indígenas, y entre ellos está el consentimiento de las personas. En ese sentido, llegamos a la conclusión de trabajar tres temas importantes.

El primero es la defensa del territorio y recursos naturales, el segundo es el cambio climático a nivel de Perú y a nivel internacional. El tercer tema es la criminalización de la protesta, ya que todos los criminalizados estamos siendo procesados por exigir nuestro propio derecho a desarrollarnos o autonomías como territorios, lo cual está vinculado a la consulta previa.

– Una de sus primeras acciones conjuntas fue un pronunciamiento en contra de los transgénicos. ¿Qué otras medidas tomarán al respecto?

Hace tiempo ya se dieron algunos decretos pro transgénicos pero no había una propuesta articulada, cada uno lanzaba algo y ahí quedaba. No nos daban importancia. Pero ahora que se va hacer la reglamentación es que nos pronunciamos porque nuestras semillas van a ser totalmente perjudicadas.

La seguridad alimentaria de cada pueblo indígena, comunidad campesina o costeña, vinculada a sus propias semillas serán afectadas enormemente. Si tengo una parcela y al lado siembran semilla transgénica, en la floración ésta contagia a la otra y todo estará contaminado con las semillas modificadas genéticamente.

Los transgénicos perjudican la salud también. El Estado se respalda en que no hay pruebas de eso, pero en vez de traer semillas de afuera porqué no buscar exportar nuestras semillas. El gobierno promulga las leyes, permisos y convenios, pero a quién consultó si las semillas nacionales no tienen el valor de los transgénicos.

¿Acaso se trabajó un diagnostico de estas semillas? Lo que le interesa es la economía de un cierto grupo vinculado al gobierno central, y mientras va terminando el conocimiento ancestral de las comunidades del país. El Estado favorece al mercado exterior para que el productor tenga que comprar las semillas.

Tenemos la idea de trabajar con las demás organizaciones en las comunidades y en las regiones para que no acepten la compra ni la introducción de semillas transgénicas. Queremos conservar el conocimiento ancestral desde la visión de las comunidades y seguir cultivando la relación hombre naturaleza madre tierra.

– Cambiando de tema, ¿cuál es la situación actual de Conacami considerando que hace poco se hicieron públicas unas supuestas críticas de los fundadores a la directiva actual?

Conacami está posicionado a nivel nacional e internacional y no ha habido ningún resquebrajamiento. Actualmente, las regionales están cambiando sus juntas directivas y con ellas estamos trabajando de la mano.

Respecto a los cuestionamientos, tenemos cartas de respaldo de los propios fundadores, en las que señalan que no están involucrados en ese intento de desprestigiar la imagen de la organización. Creemos que los responsables son infiltrados que buscar dañar a Conacami por ciertos intereses económicos o personales que vienen de las mineras o del Estado.

– ¿Hacia dónde se proyecta Conacami?

Vamos a trabajar un poco más al interior del país y fortalecer la organización local, apoyarnos entre los perseguidos o criminalizados por la defensa al territorio. En ese sentido, queremos continuar impulsando la ley marco de consulta.

Además coordinamos con las regiones el tema del cambio climático, puesto uno de sus efectos es el cambio de clima que ocasiona sequías, inundaciones, el deshielo de nevados. Buscamos la forma de que se de soluciones.

Nosotros seguiremos apoyando la defensa del territorio, agua y vida. Los grupos de poder dicen en los medios que son protestas anti desarrollo, anti mineras y anti sistema para que no seamos escuchados. Cuando denunciamos la contaminación que causan las empresas, el plomo en la sangre y buscamos que no se amplíe a otras regiones, ¿es estar contra el sistema?

Los que se benefician de todo ese desarrollo es el grupo económico neoliberal que está manejado nacional e internacionalmente. Conacami defiende un modelo propio de desarrollo para asegurar la vida de hoy y de las futuras generaciones, queremos que las costumbres fiestas y cosmovisión de mantengan.

– Para finalizar, ¿cuál es su opinión de la situación electoral?

Es complejo porque parte de la política tradicional quiere manejar a los medios. Keiko primero dice que será el mismo gobierno de su padre, y ahora no puede decir que se arrepiente. Por el lado de Ollanta, es la propuesta que convenció al pueblo, mucho más en el campo, es un poco más creíble y puede ser una esperanza de un cambio pero no lo va a solucionar todo.

El candidato que llegue debe priorizar una modificación en la Constitución Política, aunque para mi debe hacerse una nueva que garantice los derechos de los pueblos indígenas, a vivir en armonía, a tener su propia realidad y a ser parte de la toma de decisiones pues ahora si es que se nos tiene presente, la decisión final la toman de arriba.

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