Líder comunal recibe prestigioso galardón ambiental por enfrentarse a empresa minera canadiense.
Francisco Pineda, agricultor y activista ambiental, ha sido galardonado con el prestigioso Premio Goldman 2011 por su trabajo en la protección de los recursos hídricos de aldeas pobres contra un proyecto de extracción de oro en una zona empobrecida de El Salvador, que los críticos dicen habría causado daños irreparables a la ecología local.
El proyecto es uno de los más controvertidos en América Latina, y tanto el gobierno como organizaciones locales han sostenido durante mucho tiempo que el riesgo es demasiado grande. Incluso han sido asesinados, en relación con este caso, dos prominentes activistas —entre ellos una mujer embarazada— sin que se hayan producido condenas.
Pacific Rim Mining Corp., con sede en Vancouver, Canadá, había estado desarrollando el depósito de oro de El Dorado en Cabañas desde el 2002, pero el año pasado, en medio de una fuerte oposición de los lugareños y la comunidad internacional, el gobierno del presidente Mauricio Funes denegó a la empresa los permisos para operar el proyecto.
El año pasado la empresa presentó una demanda ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), dependiente del Banco Mundial, sosteniendo que el gobierno le debía más de US$72 millones en beneficios perdidos. Si bien era su filial con sede en las Islas Caimán la que operaba el proyecto, la empresa dijo que estaba protegida por el Tratado de Libre Comercio de América Central, porque tiene una oficina en EEUU.
Pineda ayudó a crear la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica, y con su coalición organizó una serie de manifestaciones locales y nacionales para poner más atención sobre el tema.
“Debido en gran parte al liderazgo de Pineda, el gobierno salvadoreño no ha otorgado a Pacific Rim el permiso de extracción necesario para seguir adelante con su proyecto, y la empresa ha reducido su zona de exploración activa en un 50%,” dijo el consejo directivo del Premio Ambiental Goldman en un comunicado. “El movimiento logró crear una protesta pública suficientemente fuerte como para influir en el gobierno actual, a pesar de los incentivos financieros y fondos de desarrollo ofrecidos por Pacific Rim”.
Varios países de América Latina, incluyendo Costa Rica, Guatemala y, más recientemente, Panamá, están renunciando a proyectos de minería en medio de crecientes protestas sociales y objeciones basadas en el impacto ambiental, un efecto colateral que muchos dicen supera al beneficio financiero. —Noticias Aliadas.