Nilo Vargas ya se encuentra atendido en el Hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado, luego de casi dos días de viaje desde la Comunidad Nativa Monte Salvado. Su estado es reservado. Según narró Pablo Inuma, una de las personas que acompañaba de cerca a Nilo Vargas cuando éste fue atacado, una flecha de cerca de dos metros atravesó el abdomen de la víctima.
De inmediato fue trasladado al puesto de salud de la comunidad, donde el técnico en enfermería le practicó una cirugía para cerrar la herida y suturar el sangrado.
El viaje a Puerto Maldonado fue una verdadera odisea pues en octubre el caudal del río Las Piedras disminuye haciendo muy difícil la navegación.
El bote salió de Monte Salvado a la una de la tarde del domingo 24, y llegó a Puerto Maldonado, el 25 al promediar las 10 de la mañana aproximadamente.
Los aislados buscan más territorio”
Jaime Corisepa, presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y afluentes (FENAMAD) formuló la hipótesis de que la agresión se debe a que “los hermanos aislados de la Reserva Territorial están buscando más territorio para vivir”. Si bien es la primera vez que ocurren este tipo de ataques lo cierto es que la comunidad nativa de Monte Salvado está asentada dentro del territorio ancestral de uso de los pueblos indígenas del lugar como los Maschco-Piros, señaló Corisepa. Mientras tanto, las veinte familias de Monte Salvado -aproximadamente cien personas- viven una tensa calma al sentirse cercados por los indígenas aislados.
El puesto de vigilancia para la protección de la Reserva Territorial de los pueblos aislados, está siendo utilizado como refugio por una parte de la población que la considera una infraestructura segura donde ponerse a salvo.
Teodoro Sebastián, presidente de la comunidad -en diálogo telefónico con la FENAMAD-, aseguró que la mejor solución sería reubicar la comunidad a Puerto Nuevo, ubicada a cuatro horas de distancia de Monte Salvado.
Los aislados “están en nuestras chacras, por nuestras yucas y plantaciones”, aseguró, mientras trataba de explicar que sus provisiones empezarán a escarcear si esta situación continúa.
Mientras tanto, la FENAMAD se ha comunicado con los representantes de la Defensoría del Pueblo que, en respuesta, han pedido una reunión de emergencia con las entidades competentes del Estado. La organización indígena también se comunicó con el Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos del Perú (INDEPA), para demandarle que asuma su responsabilidad de garantizar los derechos fundamentales tanto de la población de Monte Salvado como de los indígenas aislados.
La comunidad nativa de Monte Salvado, se asienta al pie del río Las Piedras, que es una de las vías de ingreso a la Reserva Territorial y contribuye al control y vigilancia de la reserva conjuntamente con los agentes de protección de la FENAMAD. La FENAMAD desarrolla programas de protección de los aislados en este lugar conjuntamente con la población de Monte Salvado, que es de la etnia Yine.
En el territorio de Monte Salvado se han encontrado vestigios de utensilios dejados antiguamente por indígenas en situación de aislamiento.
Los miembros de Monte Salvado con cuidadosos de que deben evitar cualquier enfrentamiento o contacto con los indígenas aislados pues podrían transmitirles enfermedades para los cuales los aislados no tienen defensas.
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