Naciones Unidas solicitó al Estado paraguayo que garantice la seguridad de los indígenas ayoreo totobiegosode -comunidad compuesta de 150 a 300 personas que habitan en el Chaco central- que han denunciado la deforestación indiscriminada de empresas privadas
La relatora especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, pidió al Estado paraguayo que garantice los derechos y la seguridad de los nativos ayoreo totobiegosode, quienes viven aislados en la región del Chaco y se ven amenazados por la deforestación.
“Mi recomendación general al Estado paraguayo es que garantice los derechos de los ayoreo totobiegosode y el acceso a sus recursos”, declaró al término de una visita a distintas comunidades indígenas del país suramericano.
Entre 150 y 300 personas pertenecientes al pueblo totobiegosode viven en los bosques que se extienden desde el Chaco central hasta más allá de la frontera con Bolivia. El acceso a los recursos naturales y su existencia se ve amenazada por la continua deforestación.
“Necesitan tierras para el desarrollo de su forma de vida, necesitan estar en contacto con la naturaleza, necesitan sus bosques, si no, desaparece su cultura”, añadió.
La comunidad indígena ayoreo totobiegosode ha acusado a la empresa brasileña Yaguareté Porá, que posee 78 mil 500 hectáreas en la zona, considerada territorio ancestral de los nativos, de talar de forma ilegal unas 4 mil hectáreas de bosques entre abril y septiembre de este año.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió tres sentencias en 2006 contra Paraguay por la violación de los derechos de los pueblos indígenas, sin que el Ejecutivo dirigido por Horacio Cartes haya acatado las medidas.
En contexto:
De acuerdo al informe El Caso Ayoreo, publicado en 2009 por la Unión de Nativos Ayoreo de Paraguay (UNAP), los indígenas ayoreo viven al sur y oriente de Bolivia y norte de Paraguay.
En Paraguay, la mayoría han sido contactados y expulsados de sus territorios en la selva durante los últimos 50 años. En la actualidad viven en 19 asentamientos en el norte del país.
Desde finales de la década de 1950, enormes extensiones del territorio ayoreo tradicional se dividieron en parcelas y se vendieron a empresas ganaderas y de industria agroalimentaria.
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Enviada para Combate Racismo Ambiental por Isabel Carmi Trajber.