El Gobierno Regional de Madre de Dios emitió una ordenanza que declara como patrimonio cultural la reserva del Estado para pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial en dicha región.
La norma, publicada en El Peruano el 22 de mayo, encarga a las gerencias y direcciones regionales que contemplen en sus programas, planes, presupuestos y actividades propias a sus funciones, la aplicación especial a favor de los mencionados pueblos.
Es conocida la situación de vulnerabilidad en que se hallan los pueblos indígenas aislados principalmente por efectos de la tala y la minería. Por ello, la ordenanza también declara de interés público regional la protección y defensa de los derechos de estos pueblos.
En la actualidad existe la Ley 28736 Ley para la protección de pueblos indígenas u originarios en situación de aislamiento y en situación de contacto inicial y su Reglamento (Decreto Supremo 008-2007-Mimdes).
Ucayali y los pueblos aislados
Esta es la segunda norma en su tipo en el Perú. En el 2007, el Consejo Regional de Ucayali publicó la ordenanza 08-2007-GRU, que declara de interés público la defensa y protección de los indígenas en aislamiento Murunahua, Mashco Piro e Isconahua, tres de las reservas territoriales existentes para esos pueblos en esa región.
Fenamad
La Federación Nativa de Madre de Dios (Fenamad), que fue uno de los principales impulsores en la creación de la reserva territorial para aislados, saludó la decisión política del presidente regional Luis Aguirre Pastor tras la publicación de la ordenanza.
“Es un importante paso en la consolidación de la defensa de los últimos pueblos originarios del Perú”, dijo Jaime Corisepa, su presidente.
“Ahora nos queda seguir trabajando juntos, las comunidades nativas y sus autoridades regionales”, remarcó.
Reserva territorial
En la región de Madre de Dios, al suroeste del Perú, existe una reserva territorial reconocida mediante Resolución Ministerial 0427-2002-AG, donde habitan pueblos indígenas en aislamiento voluntario Mashco Piro, Yine y Amahuaca.
Estas áreas se encuentran ubicadas en la cuenca de los ríos Piedras, Yaco y Chandles en los distritos de Iñapari, provincia de Tahuamanu, y en los distritos de Laberinto, Las Piedras y Tambopata de la provincia del mismo nombre.
La semana pasada se informó de una invasión en territorios de uso ancestral de los indígenas Matziguenka en aislamiento voluntario conocidos localmente como Kugapakori, por la zona de amortiguamiento el Parque Nacional del Manu, por donde también viven grupos dispersos de indígenas en contacto inicial.
“La invasión demostró que existen deficiencias, pero que podrían superarse trabajando juntos el Gobierno Regional, la Fenamad y las autoridades competentes involucradas”, dijo César Augusto Jojajé, quien participó en la comisión de inspección de la Fenamad que viajó a la cuenca del Piñi Piñi.
“Se encontraron restos de basura, roces de vegetación y madera, campamentos, insumos y pertenencias de los invasores y animales muertos” dijo.
Denunció que los campesinos que habían ocupado ilegalmente el lugar, sin ningún tipo de permiso de las autoridades, sustrajeron los alimentos, ollas y balsas de los indígenas en contacto inicial.
“Los Matziguenka tienen miedo y podrían trasladarse a otros lugares”, fue el testimonio de uno de los indígenas que escuchó Jojajé en la comunidad nativa de Santa Rosa de Huacaria.
Pero lo más grave es el contagio de enfermedades que ese tipo de contactos irresponsablemente pueden generar en esas poblaciones altamente pasibles a padecer enfermedades. En el 2002, se registró un número de epidemias por la zona asociadas a contactos establecidos por expedicionarios y turistas informales, que ingresaron a ese sector atraídos por su interés arqueológico, según antecedentes registrados en el archivo de la Fenamad.
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