Persiste el trabajo esclavo, la discriminación racial y agresiones a defensores de los derechos humanos. Informe puede ser descargado libremente en formato PDF
Servindi, 11 de enero, 2015.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por la situación de exclusión estructural en la que viven millones de personas en el continente, lo cual genera graves violaciones a los derechos humanos.
“La discriminación racial continúa siendo un problema extendido, en muchos casos estructural, y en estas sesiones se recibió información sobre su incidencia en sistemas de justicia penal” agregó.
En un reporte sobre las denuncias y peticiones recibidas durante su 153 Periodo Ordinario de Sesiones la CIDH informó que recibió información sobre la persistencia del trabajo esclavo y la explotación laboral en varios países, situación que también afecta a niños y niñas, lo cual reproduce los círculos de exclusión y vulnerabilidad en las futuras generaciones.
El informe de la CIDH fue difundido el 29 de diciembre último y da cuenta del último periodo de sesiones, celebrado del 23 de octubre al 7 de noviembre de 2014, en Washington.
En las audiencias se puso de manifiesto la preocupación por los elevados índices de violencia y el “impacto desproporcionado que ésta tiene en los adolescentes y jóvenes pertenecientes a determinados grupos sociales tradicionalmente excluidos, en especial afrodescendientes”.
“Millones de personas enfrentan obstáculos significativos en el acceso a la educación y la salud, entre otros derechos económicos, sociales y culturales, con un efecto desproporcionado en sectores de la población en especial situación de vulnerabilidad” indica la CIDH.
Entre esos grupos vulnerables se menciona a los niños, niñas y adolescentes, personas afrodescendientes, pueblos indígenas, poblaciones rurales, migrantes en situación irregular, personas en situación de apatridia y personas desplazadas internamente.
Las mujeres son otro grupo especialmente afectado por estos problemas, a lo que se suma la falta de acceso a educación y servicios de salud sexual y reproductiva. Por su parte, las personas trans también enfrentan graves obstáculos para acceder a empleos y a servicios básicos de salud y educación.
Niños y adolescentes sufren acoso en las escuelas por su orientación sexual, identidad de género y expresión de género, y se han dado casos de suicidio relacionados al mal manejo de estos casos por parte de las autoridades escolares.
La Comisión también recibió información sobre defensores y defensoras de derechos humanos que han sido asesinados, sistemáticamente sujetos a procesos penales sin fundamento, con el objetivo de obstaculizar sus labores y restar legitimidad a sus causas. Esto, a su vez, los hace más vulnerables a las agresiones y ataques en su contra.
Durante las sesiones la CIDH realizó un conversatorio para la elaboración del informe sobre criminalización de defensoras y defensores, en que participaron el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de las y los defensores de derechos humanos Michel Forst, y otras expertas y expertos.
La Comisión expresó su más profunda preocupación ante las amenazas, represalias y acciones de descrédito de que son objeto algunas de las personas que acuden a las audiencias y reuniones de trabajo de la CIDH, tanto por parte de particulares como, en algunos casos, de autoridades estatales.