Servindi, 29 de mayo, 2015.- Indígena del pueblo Sanapaná, pertenecientes a la comunidad indígena Xákmok Kásek, están a la espera de una entrevista personal con Juan Afara, vicepresidente de la República, para reiterarle la obligación del Estado de devolverles sus tierras.
“Queremos hablar nuevamente con el vicepresidente, porque él se comprometió a buscar una solución para nuestro caso. Pero ahora, a dos meses de la última reunión, no hay avances en el proceso de recuperación de nuestra tierra”, expresó Serafín López, líder de la comunidad.
Según un comunicado de la organización Tierraviva, que brinda apoyo legal a los indígenas, la comunidad exige que Afara fije una reunión e informe sobre los avances en el proceso de cumplimiento de las sentencias internacionales que afectan a Paraguay.
Precisamente el vicepresidente coordina la comisión interinstitucional encargada de cumplir dichas sentencias.
Las tierras de la comunidad Xákmok Kásek se ubican en el departamento de Presidente Hayes, en el Chaco paraguayo, y ocupan una superficie total de 10,700 hectáreas.
En 2008 una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) obligó al Estado paraguayo a restituirlas a los indígenas.
El Estado paraguayo llegó a un acuerdo de compra con el propietario de los terrenos, que estaban ocupados por la explotación ganadera Estancia Salazar, del estadounidense Roberto Eaton.
Sin embargo, la demora en la compra de las tierras por parte del Estado genera el riesgo de que los ganaderos retiren su oferta de venta del terreno, lo que dificultaría el cumplimiento de la sentencia, según explicó Ireneo Téllez, abogado de Tierraviva, a la agencia Efe.
Aseguró además que esta tardanza en la ejecución de la sentencia “crea una situación de incertidumbre e intranquilidad” en la comunidad, pese a lo cual los indígenas “consolidan cada vez más la ocupación de sus terrenos”.
Clemente Dermott, otro de los líderes comunitarios, aseguró que los indígenas de Xákmok Kásek “no están con los brazos cruzados esperando que el Estado cumpla con su obligación” y añadió que “hace tres meses que estamos reocupando nuestra tierra y ya no vamos a salir de allí”.
“Estamos trabajando dentro de la tierra que nos pertenece, construyendo nuestras casas y un centro comunitario. Además, estamos cultivando la tierra y criando ganado, y sólo nos falta el título de propiedad para que el Estado cumpla la sentencia de la CorteIDH”, manifestó Dermott según el comunicado de Tierraviva.
El líder indígena insistió además en que, si no se encuentra una solución a la situación de su comunidad, los nativos del Chaco protagonizarán movilizaciones en diferentes zonas de esa región y de la capital paraguaya entre fines de junio y principios de julio.
Además de la sentencia que afecta a la comunidad Xákmok Kásek, Paraguay tiene pendientes otras dos órdenes de la CorteIDH.
Una obliga desde 2005 a permitir el acceso libre a sus tierras a la comunidad indígena Yakye Axa, del grupo étnico énxet, y la otra a restituir sus tierras a la comunidad Sawhoyamaxa, del mismo grupo, pendiente desde 2006.