Por Luis Miguel Modino, em Periodista Digital
Las relaciones entre el gobierno brasileño y los pueblos indígenas del gigante sudamericano se están volviendo cada vez más complicadas y la solución se ve cada vez más lejana. En este conflicto, la Iglesia Católica, a través del CIMI (Consejo Indigenista Misionero, por sus siglas en portugués), junto con otras Iglesias e entidades religiosas y civiles, han tomado partido por los más débiles.
Durante esta semana se han llevado a cabo diversos actos en los que se ha puesto de manifiesto las tropelías llevadas a cabo por el Gobierno Federal y de algunos estados, especial Mato Grosso do Sul, donde el acoso contra los Guaraní-Kaiowá sólo va en aumento y se ha abierto, por parte del parlamento de este estado, una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) contra el CIMI. (mais…)