Carta de Salvador por la Dignidad, los Derechos y el Desarrollo de las Personas, Pueblos y Comunidades Afrodescendientes

Las mujeres y hombres representantes de las organizaciones sociales, reunidas en Salvador Bahía, el 16 de noviembre de 2011, participantes en el Foro de la Sociedad Civil del Encuentro AFROXXI, en el contexto del Encuentro Iberoamericano del Año Internacional de los y las Afrodescendientes, nos reunimos para reafirmar nuestros compromisos, establecer estrategias y exigir el cumplimiento inmediato de los compromisos asumidos por los Estados  hace más de diez años que se encaminan  a garantizar una vida digna y con derechos a las más de 180 millones de personas afrodescendientes que vivimos en la región.

Convencidas y convencidos  que hemos cumplido con nuestra parte, que hemos aportado lo que nos toca a pesar de nuestras debilidades y obstáculos, presentamos la siguiente Carta de Salvador, por la dignidad, los derechos y el desarrollo de las personas, pueblos y comunidades afrodescendientes, como resultado de las discusiones intercambios que sostuvimos en el Foro.

§  Es urgente en especial lograr una atención inmediata a la afectación de las-os afrodescendientes por catástrofes medio ambientales asociadas al cambio climático. Así como enfrentar los nuevos peligros ante la propiedad de tierras y territorios ancestrales, manejo de recursos naturales, exclusión en la participación en las decisiones, y exclusión a las mayorías poblacionales  de los beneficios económicos de estos sectores estratégicos en el modelo de desarrollo hegemónico y  excluyente que genera  desigualdades socioraciales inaceptables reconocida por los mismos Estados de la Región en la Conferencia de la CEPAL de 2010.

§  Exigimos  la urgente adopción de estrategias de Desarrollo Humano sustentable  hacia las comunidades y pueblos tradicionales valorizando  y respetando las identidades culturales, saberes costumbres y valores.

*   Consideramos que es necesario profundizar los acuerdos relativos a la distribución justa del poder y los recursos de nuestras sociedades, no solo como forma para reparar los daños ocasionados a millones de afrodescendientes, sino que para avanzar en la construcción de democracias sustantivas, participativas y realmente representativas que garanticen derechos a todas las personas sin discriminación alguna.

§  Reconocemos como central el papel de las mujeres afrodescendientes para avanzar en el desarrollo de las comunidades, partiendo de que su real incorporación en los espacios de representación de todos los poderes, será una llave estratégica para garantizar democracia a las personas afrodescendientes desde diversas identidades considerando la orientación e identidad sexual, la generación, la discapacidad  y la condición de género.

§  Consideramos inaceptable el genocidio y etnocidio de los jóvenes afrodescendientes que se acrecienta de manera acelerada y del cual no existe una respuesta contundente del Estado que garantice la vida de  miles de jóvenes. Ellos siguen pagando con sus vidas las consecuencias de  la pobreza, los  racismos  y la injusticia social e histórica.

*   Exhortamos a los Estados iberoamericanos a promover y proteger los derechos de las juventudes mediante la adopción y ratificación de la Convención Iberoamericana de los Derechos de los jóvenes como instrumento para garantizar los derechos, la participación política efectiva y el desarrollo humano integral e inclusivo de las diversidades de las juventudes afrodescendientes de la región.

*   Denunciamos las prácticas de intolerancia religiosa hacia las religiones de matriz africana, que constituye una forma de continuar menoscabando la cultura y la ancestralidad afrodescendiente.

§  Lamentamos que la Agenda de Inclusión Afrodescendiente sea apenas una agenda sectorial, de segunda o tercera prioridad y que no sea parte de una visión estructural que incluya la perspectiva afrodescendiente dentro de  todas las prioridades de los  Estados.

*   Exigimos a los Estados que asuman  el desafío del cumplimento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en todas las comunidades afrodescendientes y que se comprometan a disminuir las brechas de desigualdad.

*   Es imprescindible seguir trabajando en la generación de datos estadísticos  confiables que evidencien las desigualdades socioraciales sobre las que se quiere actuar. Y consideramos inaceptable las resistencias institucionales y de sus funcionarios-as  a avanzar  de manera decidida en este tema, principalmente con la evidencia de la utilidad de los datos estadísticos y de poseer buenos  sistemas de información  que han hecho algunos países de la región como Brasil y Ecuador.

*   Consideramos que es inaceptable la escasa o nula representación política de las y los afrodescendientes en todas las estructuras de poder del Estado. Nos preocupa la nula participación técnica y directiva de afrodescendientes en las Instituciones Internacionales como la ONU, OEA y la misma SEGIB.

*   Renunciamos a  seguir reeditando y re-elaborando agendas  para garantizar dignidad, justicia,  derechos e  inclusión porque exigimos que nuestros Estados de las Américas y Caribe cumplan de manera efectiva sus compromisos refrendados en la Declaración y Plan Acción de la III Conferencia Mundial contra el Racismo, así como aquellos compromisos de ciudadanía plena garantizados en nuestras Constituciones y Convenciones Internacionales aprobadas.

*   Exigimos que nuestro Estados cumplan lo pactado se necesita más acción, más recursos y una verdadera voluntad política.

*   Nos comprometemos a seguir trabajando para garantizar los derechos de  nuestra gente, de nuestros pueblos, de nuestras comunidades  por medio de nuevos acuerdos sociales que garanticen democracias profundizadas,  comprometidas con el combate a los  racismos, la discriminación y apuestas genuinas para garantizar  igualdad racial,  que incluyan a todas las personas que por diversas razones siguen sin derechos y sufriendo de manera implacable  los efectos de la discriminación racial.

PROPONEMOS

*   Que se instituya  un Decenio Afrodescendiente, con un Programa  para adelantar acciones que, desde una perspectiva de  reparación global afrodiaspórica, conlleven al goce pleno de derechos sociales, económicos, culturales, civiles,   políticos, ambientales  y al desarrollo  de las-os afrodescendientes, con el establecimiento de metas concretas para enfrentar las brechas existentes que deben ser alcanzadas con políticas públicas efectivas con perspectiva de género, de orientación sexual, identidad de género, generacional y regional,  entre otras.

*   Que se cree un Fondo de Desarrollo para implementar  intervenciones transformadoras de índole  territorial, en zonas económicas especiales en amplias regiones de mayorías negras de los Estados iberoamericanos y caribeños y  que se realicen reparaciones simbólicas a las memorias afrodescendientes y afrodiaspóricas.  Los beneficiarios serán  los y las afrodescendientes como titulares de derechos tanto colectivos como individuales para contrarrestar la profundidad del daño causado por el crimen de lesa humanidad de la Trata Transatlántica y por la  institución económica de la esclavitud. El Fondo de Desarrollo debe de seguir el modelo de experiencias que ya han dado resultados a nivel global y no sustituye la responsabilidad de los Estados, sino más bien multiplica los esfuerzos de los países desde  una perspectiva regional.

*   Que se cree un Centro de Memoria Histórica, que nos permita conocer de dónde venimos,  quiénes somos dentro de nuestros Estados, y para donde vamos. Entendemos la importancia de las Memorias de la Esclavitud en nuestras reivindicaciones contemporáneas, al tiempo que reconocemos la tenacidad de  nuestros ancestros-as, quienes buscaron siempre  las rutas que condujeran a la  dignidad humana y emprendieron múltiples mecanismos  de resistencia que deben ser conocidos por las nuevas generaciones. La defensa de nuestras plurales   Memorias históricas   es una de las posibilidades para continuar existiendo como pueblos y comunidades, como titulares de  derechos colectivos y  culturales  dentro de nuestros Estados.

*   Que se cree  un Foro Global Afrodescendiente dentro de las Naciones Unidas, como mecanismo de coordinación,  acompañamiento,  monitoreo  y  consulta permanente  de las propias organizaciones afrodescendientes.

http://www.itamaraty.gov.br/sala-de-imprensa/notas-a-imprensa/carta-de-salvador-por-la-dignidad-los-derechos-y-el-desarrollo-de-las-personas-pueblos-y-comunidades-afrodescendientes

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