El trabajo esclavo fue uno de los pilares de nuestra economía, por eso nos cuesta tanto erradicarlo

Foto: Gerardo Iglesias
Foto: Gerardo Iglesias

Gerardo Iglesias* entrevista José Armando Fraga Diniz Guerra, para Rel-UITA

Coordinador General de Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Esclavo (CONATRAE), Guerra, fue entrevistado por La Rel sobre la problemática y dimensión del trabajo esclavo en Brasil. Un flagelo que nunca acaba.

-¿Cómo contextualizas el problema del trabajo esclavo en Brasil actualmente?

-Vamos a hacer un resumen histórico: En Brasil, la primera denuncia de trabajo esclavo data de la década de 1970, cuando el país pasaba por una etapa dictatorial y tenía una política de expansión colonizadora para la región amazónica y en ese proceso surgieron varias denuncias sobre trabajo esclavo.

El Estado brasileño se demoró un par de décadas en dar solución a esta situación, recién en 1990, el entonces presidente Fernando Henrique Cardoso, comenzó a generar algunas estructuras estatales para combatirlo.

En 1995 ya habían sido liberados 45.000 trabajadores y hubo un avance en lo que refiere a la conceptualización del trabajo esclavo contemporáneo y de una situación de restricción de la libertad para una que además de eso tenga en cuenta el ataque a la dignidad del trabajador.

Entonces “condiciones degradantes de trabajo” y “jornadas extenuantes” fueron términos añadidos al concepto de trabajo esclavo al igual que el respeto a las condiciones de alimentación, vivienda, higiene y trato dignos. Estos conceptos forman parte del texto que aún está vigente que por otra parte es muy reconocido por organizaciones internacionales como la OIT y la ONU.

Actualmente este concepto de trabajo esclavo, que es muy avanzado, es el que rige en el país conjuntamente con una conciencia estatal de combate al mismo, lo que sucede es que cotidianamente nos vemos sorprendidos por los cambios en las modalidades de trabajo esclavo.

Hoy en día en Brasil nos deparamos con el trabajo esclavo urbano, vinculado a la migración, es decir que afecta mayoritariamente a trabajadores extranjeros y en sectores de la producción que presentan una enorme tercerización, como por ejemplo la industria textil y la construcción civil.

Entonces la política pública brasileña se tiene que ir adecuando y evolucionando y a partir de los resultados se da la actuación estatal en el combate al trabajo esclavo. Tenemos un sistema que funciona pero tenemos que tener hoy más que nunca la conciencia de lo qué es el fenómeno del trabajo esclavo en Brasil.

Se puede considerar que en términos exponenciales el trabajo esclavo se da en una minoría de los sectores de la producción pero justamente debido al tamaño de la dinámica de la economía brasileña se trata de un número considerable de trabajadores que pasan por esa situación y también sumas considerables de dinero que son generadas por las empresas que se valen de las prácticas del trabajo esclavo.

-¿Por qué crees que Brasil tardó tanto en abolir la esclavitud?

-Históricamente toda la sociedad brasileña al contrario de otras sociedades del nuevo mundo (América) tuvo al trabajo esclavo como parte fundamental del progreso económico de la colonia portuguesa.

En un inicio se hizo el intento con los indígenas pero esto falló entonces se trajeron contingentes de africanos para el trabajo esclavo. Esta es una de las razones por las que Brasil es uno de los países de América Latina con una alta tasa de población afrodescendiente. Infelizmente uno de los pilares de la economía del país fue el trabajo esclavo y quizá por eso es que nos costó tanto erradicarlo.

Y a pesar de que la Ley Aurea (1888) fuese proclamada se pasaron casi 60 años para que se abolieran las prácticas de trabajo esclavo en los hechos.

Solo a partir del gobierno de Getúlio Vargas fue que se creó una legislación laboral, pero esa legislación abarca apenas a los trabajadores de la ciudad porque para los trabajadores rurales se demoró casi 80 años para que vieran sus derechos laborales equiparados al resto de los trabajadores, y para el servicio doméstico se pasaron 125 años, recién ahora se ha comenzado a reglamentar esto en Brasil, venimos muy retrasados en el tema de derechos laborales, el trabajo en Brasil es muy desvalorizado y si bien hubo avances en términos legislativos seguimos en pañales en lo que refiere a legislación laboral.

-La matriz esclavista está aún presente en el ADN de este capitalismo agropecuario brasileño…

-Sí, es correcto está, como tú dices, en su ADN. Cuando acá en mi país luchamos contra el trabajo esclavo estamos luchando contra nuestra historia, por eso resulta tan difícil, porque se trata de una disputa cultural.

Por otra parte en la actualidad muchos establecimientos agropecuarios, los mismos que toman personal poco calificado, también emplean a técnicos altamente calificados para el manejo y mantenimiento de maquinaria de última tecnología.

La demanda económica brasileña ha llevado a estos sectores a que se modernicen en términos de tecnología pero, lamentablemente esa modernización no es acompasada con el progreso del pensamiento y es entonces cuando vemos situaciones de la edad media en pleno siglo XXI.

-…Con postales del siglo XVI…

-Correcto.En un mismo cañaveral vemos como se chocan condiciones laborales del Medioevo con condiciones laborales del siglo en curso.

 
-La OIT en un informe sobre el trabajo esclavo en Brasil, mencionaba que el país es muy grande, con distancias enormes, aunque creo que la mayor distancia es la que hay entre el lucro desenfrenado y el respeto a los derechos humanos más básicos…

-Frecuentemente somos acusados de poner palos en la rueda al sector productivo cuando en realidad lo que hacemos es lo contrario, porque garantizando los derechos de los trabajadores, sus condiciones laborales y sus salarios es que promovemos una economía sustentable.

Estamos siendo acusados por defender una propuesta de expropiación de tierras donde se verifique trabajo esclavo, si se logra esta medida lo que estamos haciendo es valorizar la propiedad privada, porque si expropiamos esa minoría de propiedades que no respeta los derechos humanos, la gran mayoría saldrá fortalecida y ese es el diálogo social que queremos instaurar.

En Brasil tenemos un 1 por ciento de esclavistas que manchan al resto de los productores y la propia producción del país.

Lo que estamos intentando hacer es separar la paja del trigo para dejar clara nuestra postura de que por un lado existe una producción que garantiza los derechos humanos y ambientales de los trabajadores y por otro lado la producción basada en el concepto de la pura explotación.

-¿Tu postura ante esta propuesta de reglamentación de la PEC 57-A?

-Tenemos una visión muy cercana a la de la CONTAG, creemos que esta propuesta de reglamentación es primaria y como tal tiene que evolucionar, avanzar en 3 puntos fundamentales: En primer lugar, que el concepto de trabajo esclavo, que debe mantenerse tal cual está en el Código Penal.

Segundo, de la forma que está actualmente redactada la propuesta, se prevé que las tierras o inmuebles a ser expropiados serán solo aquellos en las que se constate explotación directamente realizada por el propietario pero la economía es bastante más compleja.

En la cadena productiva están los servicios tercerizados, los mandos medios a los que el propietario contrata y paga para que hagan su trabajo, entonces no necesariamente el propietario tiene que estar presente con el látigo en mano para ser responsable de las condiciones de sus trabajadores.

Y tercer punto, refiere a la necesidad de condenación criminal para que la tierra sea expropiada. En nuestra opinión  tenemos un gran problema con este punto, no apenas por una cuestión de tiempos del proceso judicial que generalmente es muy lento pero sí de que en muchos casos se da la situación que se constata trabajo esclavo en propiedades que están a nombre de empresas y el código penal en Brasil no prevé la condena criminal de esta figura jurídica, haciendo inviable la expropiación.

Entonces se daría una disociación entre los explotadores, estarían por un lado las personas físicas plausibles de expropiar y las empresas que no lo serán.

Si se logra mantener estos puntos la PEC es positiva para el avance en el combate al trabajo esclavo, si por el contrario es aprobada como está ahora significará un grave retroceso en igual sentido.

-¿Cómo evalúas el trabajo de denuncia que CONTAG y la Rel UITA están desarrollando?

-Me parece correcto, sobre todo porque induce al diálogo desde la diversidad de posturas. La CONTAG, como participante de la Comisión Nacional por la Erradicación del Trabajo Esclavo, es una gran aliada en esta lucha y esta comunión se ha demostrado en el trabajo diario que se viene desarrollando con la PEC 57-A.

*Secretário Regional da Rel-UITA.
Enviada para Combate Racismo Ambiental por Luciana Gaffrée.

Comments (2)

  1. Mil perdões, Luciana. Estes dois últimos dias foram caóticos para nós, e aí os erros se multiplicam. O nome do Guerra também não havia sido postado. Na verdade uma linha inteira havia sido pulada. Mas já está ok. E obrigada por avisar. Não nos importamos e inclusive agradecemos. Beijos procê também. Tania.

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