Perú: Ashéninkas de Atalaya ponen en marcha modelo para frenar tala ilegal

Servindi, 1 de noviembre, 2011.- El abuso del que son víctimas los nativos de la comunidad ashéninka de Puerto Esperanza, Ucayali, por parte de los madereros parece haber sido neutralizado gracias al proyecto Amazonía Viva que propone el aprovechamiento de sus recursos forestales sin depredarlos y la mejora de sus condiciones de vida.

Según el presidente de la Federación de Comunidades Nativas Ashéninkas de Atalaya, Carlos Vásquez, los madereros hacen de las suyas en Ucayali talando árboles que luego son trasladados hasta Pucallpa y por el cual muchas veces no pagan nada a las comunidades.

En una nota publicada por diario La República el líder ashéninka señala que “como no tenemos dinero, nos dicen (los madereros) que paguemos su servicio de tala con madera extraída, pero finalmente nos pagan menos y hasta nos dejan pagar”, lo que genera que adeuden al fisco.

En ese contexto los nativos ashéninkas de Puerto Esperanza tienen ahora una oportunidad de negocio más equitativo de su madera gracias a la iniciativa del proyecto Amazonía Viva que es financiada por la comunidad europea.

El mayor potencial económico de las 150 comunidades nativas en Atalaya siguen siendo sus bosques, pero estos no poseen los medios ni los conocimientos necesarios para aprovechar los recursos forestales sin depredarlos.

Tras haber logrado la aprobación del plan de manejo de bosques que obliga la ley y la certificación de sus recursos forestales, que le garantiza mayores oportunidades de venta, la comunidad ha firmado un contrato con el Consorcio Forestal Amazónico (CFA) para la tala de madera.

Esta actividad permitirá obtener casi medio millón de soles en la quincena de noviembre y una cantidad similar durante los 19 años siguientes.

Este acuerdo, a diferencia de otros contratos, es ambientalmente responsable, pues el CFA está certificado por el Forest Stewardship Council – FSC, que garantiza que todas las operaciones realizadas en el bosque se hagan con el menor impacto posible sobre los animales y plantas.

Los nativos pagarán la tala con madera, pero la de mayor precio será para ellos.

Con las ganancias, los nativos prevén financiar el plan operativo anual del bosque 2013, la construcción de la posta médica y el arreglo del local comunal. El dinero restante será repartido entre las 78 familias, unos 1500 soles para cada una, informa el diario.

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