Los ataques no paran: De nuevo niños Wichí baleados en Formosa, Argentina

Foto: Agustín Santillán.
Foto: Agustín Santillán.

Por Stefan Biskamp para ANRed

Una ola de violencia policial está arrollando a las comunidades indígenas Wichí deIngeniero Juárez, Provincia de Formosa. Unas semanas después de que unos niños fueranheridos gravemente, la fuerza estatal atacó ayer otra vez con tiros de bala de plomo a chicos Wichí de esa localidad, lesionando a varios de ellos. Uno, de 14 años, fue llevado a la comisaría y golpeado brutalmente.

Según relatan testigos, a las 10:00hs de la mañana de sábado 17 de mayo, unadecena de policías entró a la comunidad Wichí Barrio Obrero de Ingeniero Juárez en el noroeste de la Provincia de Formosa. “Sin avisar, tiran directo con balas de goma y de plomo”, contó un testigo. “Entran al barrio con palabras ’indio de mierda’ y ’mataco’”. Cuando los miembros de la comunidad corrían desesperadamente, “los policías se reían”. Un niño de 14 años fue detenido por los efectivos: “Lo llevan a la rastra al niñoLeandro. La madre grita, le pegaban y casi la balean también”.

El referente de las comunidades Wichí de Ingeniero Juárez, Agustín Santillán, afirmó que fueron siete los niños heridos por el ataque a tiros. Leandro fue golpeado brutalmenteen la comisaría. “Le pegaron entre tres policías con los borcegos en las costillas y le ataron los pies”, dijo Santillán. “Cuando fui a retirarlo de la comisaría, el chico tenía la boca llena de sangre y lloraba. Dijo que le duele por los golpes cuando respira”, destaca Santillán. El niño había dicho: “Me pegaron, qué hice, hace frío”. Lo pusieron al lado de un ventilador, contó Santillán, “temblaba el chico”.

Foto: Agustín Santillán.
Foto: Agustín Santillán.

Habitualmente, representantes del Estado en las provincias del noroeste como Formosa, gobernada por el kirchnerista Gildo Insfrán, usan el argumento de una supuesta agresión violenta por parte de los pueblos originarios para justificar una represión. Así sucedió por ejemplo cuando en Ingeniero Juárez, el 21 de marzo, tres chicos resultaron heridos por balas. En aquella ocasión, casi idéntica a la de ayer, el niño Nazareno Chávez, de 11 años, sufrió las heridas más graves y los huesos de su rodilla de izquierda fueron astillados por una bala de plomo que disparó un policía. Hace unos días pudo volver a casa, luego de haber estado internado casi dos meses en un hospital en Formosa Capital, a unos 500 kilómetros de su comunidad en Ingeniero Juárez.

Como se pudo documentar en marzo, la herida de Nazareno fue producto de una verdadera cacería de niños realizada por policías provinciales. Aquel día, un grupo de chicos se había sentado tranquilamente en la vereda, frente a la Plaza Juan Domingo Perón, cuando efectivos bajaron de un patrullero, les dispararon y los persiguieron, tirando con balas de goma y de plomo. Llamativamente en ese momento –así como en el contexto de esta nueva violencia policial contra niños Wichí– los efectivos difundieron la versión de que fueron los chicos quienes habían empezado, amenazando con piedras a coches de vecinos criollos y atacando a los policías después. Esta versión oficial se pudo desmentir con una cuidadosa documentación de los hechos.

Enviada para Combate Racismo Ambiental por  Lara Schneider.

 

 

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