Falleció Raquel Gvirtz de Arscuchín, fundadora de Madres de Plaza de Mayo

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Agrupaciones de derechos humanos expresaron su dolor por la muerte de Gvirtz de Arscuchín, a quien calificaron como “una incansable luchadora más que se fue sin conocer a su nieto”.

NA/DERF
Raquel Gvirtz de Arscuchín, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, falleció en las últimas horas, luego de dedicar gran parte de su vida a la búsqueda de su nieto y al reclamo de juicio y castigo para los represores de la última dictadura militar.

Agrupaciones de derechos humanos, entre ellas Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, expresaron su dolor por la muerte de Gvirtz de Arscuchín, a quien calificaron como “una incansable luchadora más que se fue sin conocer a su nieto”.

“Las Abuelas de Plaza de Mayo manifestamos nuestro más profundo dolor por la muerte de una de nuestras compañeras, Raquel Gvirtz de Arscuchín, fundadora de Madres de Plaza de Mayo e integrante de nuestra Asociación”, señalaron mediante un comunicado.

Su hijo Miguel Sergio y su nuera Noemí Jansenson, embarazada de dos meses, fueron secuestrados el 13 de septiembre de 1976 en su domicilio de la Ciudad de Buenos Aires: ambos militaban en la Juventud Guevarista y fueron vistos en Campo de Mayo.

“Desde ese día Raquel recorrió cada rincón preguntando por su hijo y su nuera desaparecidos. En esos años, un día que Raquel salía del Ministerio del Interior, frustrada por la negativa a darle información sobre el paradero de los jóvenes, se sentó en un banco de la Plaza de Mayo a descansar. Una señora joven se acercó y le preguntó qué hacía allí. Ella le contó. La señora, a su vez, le contó su historia y le dijo que tenían algo en común. Era Azucena Villaflor”, precisó Abuelas.

La organización que preside Estela Carlotto remarcó que a partir de entonces “Raquel nunca más fue a preguntar o hacer algún trámite sola”, ya que “otras mujeres se sumaron y juntas comenzaron a vencer la parálisis  del miedo para formar lo que más tarde se conocería como Madres de Plaza de Mayo”.

“Años más tarde, cuando se comprobó que los represores habían perpetrado un plan para quedarse con los hijos de nuestros hijos, Raquel comprendió que quizá su nuera no habría perdido su embarazo antes de morir, sino que muy probablemente la habrían mantenido con vida hasta dar a luz. Desde entonces, Raquel continuó su lucha también desde Abuelas”, indicó la agrupación.

Por último, señaló que Gvirtz de Arscuchín, “aunque tarde, pudo encontrar algo de justicia en los juicios de la mega causa Campo de Mayo, donde se juzgó a los asesinos de su hijo y nuera”, aunque “en estos casi 36 años de lucha no pudo abrazarse con el hijo de ellos nacido en cautiverio”.

Enviada para Combate Racismo Ambiental por José Carlos.

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